Sergio Jadue hoy pasa sus días en Miami a la espera de que se dicte sentencia por parte de la justicia de Estados Unidos en el marco del caso que investiga los sobornos y fraudes de la dirigencia del fútbol en el llamado FIFAGate.
Y aunque el ex presidente de la ANFP todavía no pasa ni un día en la cárcel, son muchos los que le tienen cuentas por cobrar. Es el caso de Rodrigo Corrales, un ex futbolista que sufrió el rigor del ex timonel de Unión La Calera y lo culpa de sentenciar su carrera.
En conversación con Efecto Cementero, el ex jugador de Cobreloa, Coquimbo Unido y Deportes Antofagasta lanzó sus dardos contra el protagonista de la serie El Presidente. “Me mató la carrera, me cerraron todas las puertas y por eso estoy dolido con ese tipo”, aseguró.
“Al final de 2009, casi terminando el año, estuvimos a punto de entrar a la liguilla para descender. Hubo un par de problemas ahí. A mí no me gustaba que me pagaran por porcentaje, porque yo iba por cierta plata, cierto día del mes y me tenían que cumplir”, explicó.
“Yo me hice respetar y al tipo este no le gustó. Así que me pasó la cuenta a fin de año. Me refiero a Sergio Jadue: no le gustó que yo no le firmara las planillas como para aparecer pagado ante la ANFP y le reclamé lo que a mí me corresponde”, recordó Corrales.
La firma de planillas tuvo una vital importancia en 2009. Tres equipos sufrieron resta de puntos por no acreditar el pago de sueldos y Melipilla perdió la categoría tras el descuento de 21 unidades.
Corrales asegura que Jadue le hizo la cruz por su acción: “Él hacía y deshacía y bueno, me lapidó en el fútbol. Me dejó mal y me reventó en todos lados, que yo echaba técnicos, que hacía asados con los técnicos y después los hacía echar, siendo que nunca fue así”.
“Ustedes lo vieron: siempre mi rendimiento, si no era el óptimo, siempre quise dar lo mejor, así que no corresponde lo que él decía. Y me mató la carrera, al final sí. Él fue el que me mató la carrera”, lamenta el ex defensor.
“No me impresionó para nada lo que después se supo de él, para nada. Es su esencia, su manera de ser, así que no me extrañó nada de lo que apareció después”, explica Corrales, quien asegura que no fue el único damnificado por Jadue.
“Con varios compañeros, con el mismo Cachete (Juan Ramón Orellana), después a Joel Estay me parece que también lo lapidó, pero por sus goles siguió jugando. Y un par más. En lo personal a mí me jodió la carrera, porque donde llamaba me cerraron las puertas”, revela.
“No me llamó nadie más y después fue pasando el tiempo, yo tenía familia, los niños en el colegio, y después se me empezó a complicar, así que me tuve que ir a trabajar, porque no se me dio la posibilidad en ningún lado, en ningún equipo”, completó.