Lo de Coquimbo Unido es un hito por donde se lo mire. Y es que el conjunto chileno no sólo ha marcado la mejor campaña de su historia en competencias internacionales, con el paso a las semifinales de la Copa Sudamericana. La hazaña va mucho más allá.
La constatación llega después de la definición de los semifinalistas de la Copa Libertadores -Boca Juniors eliminó a Racing este miércoles- que dejan un panorama absolutamente dominado por dos países a nivel continental: Argentina y Brasil.
El país trasandino tiene tres representantes en la ronda de los cyatro mejores de la Copa Sudamericana, después de la tarea hecha por Defensa y Justicia, rival del cuadro pirata en enero, y la llave que animarán Lanús y Vélez Sarsfield, verdugo de Universidad Católica.
En cuanto a la Copa Libertadores, el panorama es más parejo. Palmeiras-River Plate y Santos-Boca entrarán en modo Brasil vs Argentina en semis, confirmando el protagonismo que han alcanzado ambas ligas a nivel internacional.
Coquimbo Unido, en este contexto, es la novedad. El cuadro chileno es el único que sobrevive al poderío argentino-brasileño, y ejemplo para las otras ocho federaciones del continente, que no pudieron alcanzar esta ubicación.
La gran desilusión estuvo marcada por los equipos colombianos, que se despidieron de todo en cuartos de final. Uruguay mantuvo su caña baja a nivel internacional y la gran proeza fue de Nacional, al eliminar en penales a Independiente del Valle en la Libertadores.
