El volante argentino de Universidad de Chile Walter Montillo ha sufrido mucho en las últimas semanas, porque sufrió la pérdida de su abuelo y su padre, en un corto lapso de tiempo, a causa del coronavirus.

La Ardilla se refirió al duro momento familiar por el que atraviesa, y confirma que su madre está mejor de salud y espera que se recupere pronto.

 

"Todos tenemos problemas familiares que yo nunca comenté. Hace tiempo que estábamos distanciados con mi papá, cerca de seis años. El año pasado empezamos a hablarnos nuevamente, íbamos de a poco, estábamos ahí y pasó esto. Me golpeó lo de mi viejo, porque uno está lejos y no puede ayudar", comentó el ex Tigre.

"Me hubiese gustado que hubiese sido de otra manera, haber arreglado todo antes, pero no tuvimos la chance. A veces la vida golpea, pero hay que seguir, ponerle el pecho. Está mi señora y mis hijos que necesitan que uno esté bien. Seguimos pasando el duelo, recordando a mi viejo en los momentos buenos y no cuando hubo problemas. Es la mejor manera de rememorarlo", agregó el mediocampista.

Pero el ex seleccionado argentino no se quedó ahí, porque quiere dar vuelta la página, y dice que tiene que estar fuerte: "me tocó la bolilla a mí. Desde lejos en cuarentena, uno no puede ayudar y eso es lo que más me duele, porque a la distancia uno no puede hacer mucho. Una vez que aíslan a las personas, uno tiene que empezar a creer en los médicos y rogar que todo salga bien. Lamentablemente, con mi abuelo y mi papá no pasó, pero mi vieja está luchándola y eso me pone contento".

Vuelta al fútbol y el retiro

Montillo también analizó la vuelta al fútbol, y sabe que será de otra forma, sin la barra de la U en las tribunas, situación que ya tiene asumida.

"En la U tenemos que mantener lo bueno de nuestro trabajo. Sabemos que volverá un fútbol diferente, sin público. Hay que tener mentalidad ganadora, porque la idea es pelear el torneo", analizó en El Mercurio.

Por último, el ex San Lorenzo de Almagro habló de su retiro, y dijo que a fines de año va a analizar la situación en profundidad.

"Decidí ver en noviembre, cómo estoy jugando, cuál es mi situación y la del equipo. Pensaré muy bien lo que haré. Por el momento, este es mi último año que voy a jugar. Tengo 36 años y es muy difícil mantener un nivel competitivo en la posición en que juego. Quiero que la ‘U’ sea mi último equipo. Soy muy autocrítico, quiero irme bien, siendo importante dentro de la cancha y ojalá siendo campeón. No quiero esperar que la gente diga: ‘Ah, no rinde porque está viejo’. Eso no", cerró.