Universidad de Chile ingresó a un callejón oscuro que no muestra luces al final. El equipo azul nuevamente cayó preso de la desorientación y dejó escapar una trabajada victoria en su visita a Everton de Viña del Mar: terminaron 1-1 y con la U en el último lugar de la tabla.

El enroque se había este sábado producido horas antes, con el triunfo de Cobresal sobre Iquique en Cavancha, que dejó al elenco universitario al fondo de la tabla de posiciones. Pero la campaña no daba para más.

 

La U cumplirá el jueves dos meses sin victorias, desde que al mando de Frank Kudelka se impuso por 3-0 a Huachipato en el Estadio Nacional el 2 de marzo pasado, por la tercera fecha del Campenato Nacional.

Vino la derrota ante Unión Española (1-2), la salida del cordobés de la banca azul, la llegada de Alfredo Arias como DT, pero los resultados no mejoraron, sino que todo lo contrario.

Derrotas contra Universidad de Concepción (1-2), Antofagasta (1-3) y Universidad Católica en el clásico universitario (0-4), más los desabridos empates ante Unión La Calera (1-1), Curicó Unido (3-3) y Everton (1-1) dejan a la U con un rendimiento del 23,3 por ciento.

 

Números paupérrimos que si se mantienen, ponen en riesgo la permanencia del equipo en Primera División. En 2018, San Luis descendió en la última posición con un 25,5 por ciento de rendimiento, mientras condenó al penúltimo Deportes Temuco con un 31,1%.

Los azules visitarán el próximo domingo a Audax, ya con la necesidad imperiosa de ganar para salir de la incómoda posición. Qué decir de alguna lucha por el título: para alcanzar el rendimiento de la UC en 2018, la U debe ganar el 90 por ciento de los puntos restantes.

En otras palabras, solo puede perder seis de las 60 unidades que restan por disputar si espera la corona. Una exigencia que asustaría al mismísimo Barcelona, pero que en la U no tienen hoy demasiado en cuenta. La presión por es salir del fondo.