Los malos resultados tienen nuevamente sumergida a Universidad de Chile en un pésimo presente en el Campeonato Nacional, más aún luego de la última derrota en el Superclásico ante Colo Colo. 

Por lo mismo, nuevamente los azules están buscando responsables por el mal desempeño, tanto dentro como fuera de la cancha.

Uno de ellos es Sergio Vargas, el ex jugador y director deportivo del club, quien nuevamente saca su voz para apuntar sus dardos contra la dirigencia de Azul Azul, a quien acusa de ser los grandes culpables de lo que se está viviendo.

 "Es de quienes decidieron traer y sacar a Roggiero y Escobar, y trajeron a los refuerzos a inicio de año. La responsabilidad de la cúpula es total. Uno asume que Michael Clark se hizo asesorar, porque no viene del ámbito futbolero. Fuera del entrenador no se ve nadie que tenga capacidad técnica para asesorar al cuerpo técnico, al plantel", comenta Sergio Vargas en El Mercurio.

"Esto es un club de fútbol, que no puede operar solo por un tema financiero… De Manuel Mayo tengo la mejor impresión, es un joven que tiene una base académica más que futbolística, pero no tiene la expertise de un camarín y a veces los jugadores no escuchan cuando eso pasa. Espero que le vaya bien", precisó el ex portero.

En ese sentido, recuerda la planificación que tenían programada cuando estaba con Rodrigo Goldberg trabajando en la conformación de un plantel a futuro para Universidad de Chile, que no iba en la misma línea de la actual dirigencia.

"El gran problema se dio a principio de año. Nosotros esperábamos traer en 2022, con un mayor presupuesto, tres o cuatro jugadores de jerarquía. Habíamos detectado que faltaba calidad para jugar en la U. Podían acompañar, pero no ser protagonistas. Se gastó mal el presupuesto. Además del central y el volante que se sumó, faltó un delantero y un creador de jerarquía. Arriba no hay desequilibrio; hoy se espera que eso te lo entreguen Assadi y Osorio, que son chicos de las inferiores", detalla Vargas.

 

Por lo mismo, aterrizando la información que maneja de la interna del club, destaca que el presupuesto fue mal ocupado y que se están viendo los frutos de eso.

"A principio de año se gastaron US$ 3,5 millones en refuerzos y no se eligió bien, la mayoría no ha rendido, algunos ni siquiera están y el entrenador que se trajo en ese momento tuvo malos resultados y se fue. Este segundo semestre se fichó a dos buenos jugadores, Emmanuel Ojeda y Nery Domínguez, llegando a una cifra de US$ 4 millones en refuerzos. Pero no se eligió ni decidió bien. Se contrató cantidad más que calidad", finaliza.