La llegada de Mauricio Etcheverry a Azul Azul no ha dejado a nadie indiferente. La información se hizo pública a través de la prensa justo un día después de una carta de la casa de estudios en que se criticaba el hermetismo en la toma de decisiones dentro de la concesionaria.

Etcheverry, quien fue mano derecha del ex presidente de la ANFP, Sergio Jadue, arriba a Universidad de Chile en calidad de asesor. Y como una decisión solitaria del grupo Sartor, según indican miembros del directorio de Azul Azul como Carolina Coppo y Juan Pablo Pavez.

Para Cristián Caamaño, la incorporación de Etcheverry es "un chiste malo". Desde su tribuna en Deportes en Agricultura, el periodista deportivo mostró su indignación por la noticia que salió esta mañana y manifestó que "no hay ninguna posibilidad" de que la U avance ante la desconexión de sus directores.

"Fue un periodo tan oscuro para el fútbol chileno, donde se robó todo el dinero posible, donde desaparecieron miles, cientos de millones de pesos, donde todo el mundo se pregunta que pasó con la plata de la Copa América y del merchadising, con todos los dineros que se recibieron por parte de los órganos corruptos de Conmebol y FIFA", partió diciendo Caamaño.

"Ahora resulta que uno de los personajes que estuvo involucrado en esa etapa tan siniestra llega a Universidad de Chile, el club que representa a la principal casa de estudios del país, donde no solamente tienes que ser, sino parecer", siguió.

"Está bien ganado el apodo de Universidad del Chiste, porque esto parece un chiste malo. ¿No revisaron las publicaciones del 2014 ó 2015? ¿La fuga de Jadue? ¿Quiénes estaban cercanos a él? ¿Quiénes fueron sus operadores políticos o captadores de adhesión dentro del Consejo de Presidentes?", lanzó.

Caamaño agregó que la incorporación de Etcheverry le da completamente la razón a la carta difundida un día antes por la casa de estudios. "Eso anticipaba un poco lo que iba a ocurrir. Se señaló que no se consultaba a los directores, que no había una estrategia, que prácticamente no se les pedía la opinión de nada", reflexionó.

Y condenó que el resto del directorio, como confirmaron Coppo y Pavez, se hayan enterado a través de la prensa. "Claramente, no hay ninguna posibilidad de que la U salga adelante con esta desconexión entre los propios directores", sentenció.