El paso de Marcelo Bielsa por la Selección Chilena no solo está marcado por el juego ofensivo del equipo en cancha, sino también por momentos históricos del Loco desde el banquillo. Su pasión por el fútbol en esa época hizo que se le soltara la cadena un par de veces, donde una de las más recordadas cumple 10 años.

Un 26 de mayo pero del año 2010, el argentino se pasó de la raya y gritoneó con todo a Marco Estrada durante un duelo ante Zambia. En aquella ocasión, la Roja se despedía de nuestro país para aventurarse al Mundial de Sudáfrica.

Marcelo Bielsa vivió algunos de sus años más intensos como entrenador cuando estuvo al mando de la Selección Chilena. Foto: Getty Images

Marcelo Bielsa vivió algunos de sus años más intensos como entrenador cuando estuvo al mando de la Selección Chilena. Foto: Getty Images

Con un primer tiempo bastante opaco, el elenco nacional buscó en los más experimentados lo necesario para conseguir la victoria. Fue así que Mauricio Isla, Alexis Sánchez, Jean Beausejour y el propio Estrada entraron para la segunda mitad.

Y apenas reanuado el encuentro, el lateral cometió un error en la salida del equipo chileno, lo que generó la rabia de Bielsa, quien no encontró nada mejor que lanzarle un furioso "¡Estrada! ¿Qué carajo te crees?". La situación descolocó al jugador de la Roja, quien reaccionó a los pocos minutos.

El reto le sirvió, ya que en el 52' se luciría con un tremendo pase a distancia para Jorge Valdivia, quien bajó el balón de manera magistral y habilitó a Alexis para abrir la cuenta. De ahí en más fue todo para Chile, que gracias a otro de Sánchez y uno del Mago se quedó con la victoria por 3-0.

Días después de lo ocurrido, Bielsa ofreció sus disculpas por la salida de cadena. "Les pido perdón a Fierro y a Estrada por el incidente en el que hice un reclamo de mala manera. Me preocupa haber cometido ese desborde y aprovecho de manifestar mi disculpa por esas exageración injustificada".

Una anécdota más para el Loco, quien desde entonces no ha tenido nunca más un encontrón de esa magnitud con alguno de sus jugadores y aprendió que a veces la pasión no lo es todo cuando se trata de trabajar en equipo.