Rafael Nadal conquistó su 14° Roland Garros el domingo pasado y a su vez sumó 22° Grand Slams ganados durante su carrera, siendo el que más títulos de esta categoría tiene en la historia del tenis.

En entrevista con Marca, el manacorírecordó cuando el año pasado Novak Djokovic parecía escaparse en esta carrera que tiene el Big Three, pero cayó en la final del US Open.

“Lo que parecía hace un año hoy parece otra cosa. Es evidente que Novak es el que está en una posición más clara para ser el que más ‘Grand Slam’ gane porque no tiene problemas físicos y tiene el nivel que tiene”, reconoció.

En cuanto a las posibilidades de Roger Federers, comentó: “Roger es quien es, pero es evidente que lleva mucho tiempo fuera. Aunque siempre hay que esperar algo especial de él. Todo sabemos lo difícil que es después de tanto tiempo y encima de lesiones y con 40 años. Vamos a ser realistas, pero según que tipo de jugadores consiguen cosas surrealistas”.

Luego, aseguró: “A mí no me preocupan los títulos de ‘Grand Slam’. Ya no me preocupaba cuando íbamos empatados y tampoco ahora con dos por arriba. Lo único que preocupa es tener la posibilidad de seguir compitiendo”.

De todas formas, admite que sería muy difícil que alguien lo supere en cantidad de Roland Garros ganados: “Parece que no, pero imposible no es. Es verdad que es difícil. Soy realista de la dificultad que tiene esto y de todas las circunstancias que se tienen que dar para que ocurra. Si lo he hecho yo supongo que se podrá repetir. No voy a ser yo un súper elegido aunque es evidente que se tienen que dar muchas circunstancias y en mi caso se han dado”.

Sobre el tenis que jugaba en sus comienzo y lo que hace ahora, reflexionó: “Todo cambia en este vida. Se juega de una manera más rápida seguro. Nos tenemos que adaptar a las cosas. Antes se jugaba un tenis más clásico sobre tierra, un tenis más como el de Casper. Hoy quedan menos, incluso yo no lo juego la mayoría de veces. Todos evolucionamos”.

“Yo he adaptado mi raqueta para tener más potencia. A principio de año cambié el peso de mi raqueta, el cordaje, puse más plomo en la cabeza para conseguir un poco más de potencia… Cambié a la raqueta antigua dos días antes de empezar Roland Garros para jugar en tierra porque sentía que no tenía el control necesario. Si consigo jugar en hierba o en dura voy a volver a la otra”, finalizó.