Hace rato que Marcelo Ríos no hace noticia por algo positivo. El ex número 1 del tenis mundial ha seguido un perfil confrontacional y grosero, que va desde la homofobia hasta la mentira sin espacio para pausas. Y comenzó la semana de la misma manera.

Ahora el ex tenista chileno salió en defensa de Pancho Malo, ex jefe de la Garra Blanca y quien es aludido formalmente por el periodista Juan Cristóbal Guarello en su último ensayo, llamado País Barrabrava y del que se conoció un adelanto el último fin de semana.

La primera lectura generó la molestia de Pancho Malo, quien anunció acciones legales en contra del comunicador. "Presentaré demanda contra Guarello por imputarme varios delitos en su libro. Comete muchos errores y falsedades", dijo el ex barrista.

Y consiguió un aliado que, a estas alturas, más resta que suma. Marcelo Ríos habló a través de Instagram para respaldar al controvertido barrabrava y criticar duramente a Guarello, en una postura que cuesta mucho entender y se lamenta por la estatura del protagonista.

Marcelo Ríos comenzó la semana desayunando clavos. El Chino está cada vez peor. Foto: Instagram

Marcelo Ríos comenzó la semana desayunando clavos. El Chino está cada vez peor. Foto: Instagram

"Recién te das cuenta de que este tipo (Guarello) es una mentira, que inventa para poder seguir comiendo, que la envidia a la gente exitosa no lo deja vivir, que tira mentiras y después se esconde el maraco", sentencia el Chino en su cuenta de Instagram.

Luego agrega que "de eso hoy en día se puede vivir en Chile y como no le da para más, busca lo mas fácil". Otra lamentable aparición pública de Ríos Mayorga, que a estas alturas da para pensar sobre las reales motivaciones de su afilado discurso.

 

 

Por lo menos, se está tratando. "Estoy acá, con un psiquiatra que me va a sacar el Ravotril porque lo quiero dejar. Lo mío era angustia, lo que me pasó, vivir en Chile también me generaba angustia, salir, encontrarse con alguien", dijo la semana pasada.

Así es como Chile ve como una de las mayores figuras de su historia deportiva prefiere dedicarse a la opinología y verborrea de las redes sociales que a aportar desde su virtuosísima carrera. ¿Alguien se imagina así a Federer o Nadal? Difícil.