La fuerte sanción de la UEFA a Manchester City, que deberá pagar 30 millones de euros y tendrá que purgar con un castigo de dos años sin Champions League, tiene un nombre propio detrás de ella: el hacker Rui Pinto.

El portugués dio a conocer documentos que acreditaban que el cuadro mancuniano rompió con el fair play financiero, por lo que fue castigado finalmente por el ente europeo.

Pero el luso no la está pasando bien, porque desde marzo pasado está preso en Lisboa, por 90 delitos de acceso indebido, violación de correspondencia, sabotaje en informática o extorsión.

Pinto asegura que es inocente, señala que jamás pidió dinero para no dar a conocer informaciones fiscales de Cristiano Ronaldo o José Mourinho, entre otros. Fueron más de 70 millones de documentos, en los cuales estaban los contratos de patrocinio de Manchester City, que acabaron en manos de la UEFA y en su siguiente castigo.

Rui Pinto arrancó a Budapest, pero fue caputado y enviado a una prisión en su país, donde hay muchas personas que lo tildan de héroe y exigen su libertad. Por mientras, su proceso sigue en la justicia lusa, pero ya puede festejar que ayudó al castigo al City.