La vida da segundas oportunidades y tal es el caso de Cristián Zavala, quien en este mercado de fichajes fue anunciado como la primera alta de Colo Colo de cara al próximo Campeonato Nacional, con la posibilidad de jugar Copa Libertadores y de reafirmar su gran temporada con Deportes Melipilla.

El prometedor futbolista de 22 años tuvo que hacer la vuelta larga para regresar a La Ruca, pues como juvenil estuvo desde sus 9 hasta los 15 años, sufriendo una de sus primeras decepciones. "Tuve técnicos buenos y uno malo. Él (malo) fue el que me sacó de Colo Colo un día antes del campeonato, por la estatura. Todos mis compañeros saben que fue injusto", contó a Radio Cooperativa.

Luego de ser cortado terminó su formación en Magallanes y logró debutar como profesional en Coquimbo Unido en 2018, pero con muchas piedras en su camino pues con los aurinegros solo consiguió una prueba de 10 días. "Tenemos unos tíos allá y me hospedaron en su casa. Conseguimos una prueba. Me fui con una carpa, un colchón inflable y nos quedamos (con su polola) en el patio de mis tíos, porque yo no quería molestarlos a que ellos se fueran a dormir a otra pieza o algo así", relató a AS.

Con esos tíos trabajaba en las ferias de la ciudad, reservaba el puesto hasta que a las 8:30 am se iba a entrenar. Como muchos jóvenes chilenos buscó todo tipo de vías para tener ingresos: hizo Uber, repartía flyers de tiendas en la Plaza de Puente Alto y todo eso sin descuidar estudios ni su carrera.

Los frutos se notan en un año inolvidable para Zavala, quien no solo brilló con Melipilla sino que ya recibió su primera oportunidad en la selección chilena y ahora está firmado por Colo Colo por los próximos tres años, en los que tendrá el gran chance de brillar y reafirmar su gran presente.