Colo Colo está cerca de cerrar un llamativo refuerzo: Marco Rojas, el apodado Kiwi Messi, ex seleccionado de Nueva Zelanda de 30 años y puntero o volante creativo es el apuntado en el Cacique. Pero, ¿y los cupos de extranjeros? No hay problema, dado que el habilidoso futbolista tiene la nacionalidad chilena ya que su padre nació en nuestro país, aunque no podría jugar por la Roja ya que defendió en varias ocasiones en partidos oficiales a los All Whites, incluidos dos repechajes mundialistas ante México para Brasil 2014 y Perú rumbo a Rusia 2018, respectivamente, sin lograr la máxima plaza.
Rojas ha hecho casi toda su carrera en Oceanía, entre Nueva Zelanda y Australia, pero también registró pasos por Alemania, Países Bajos y Dinamarca. No obstante, pese a que sólo lo liga con Chile la nacionalidad de su padre, en algún momento manifestó que quería jugar acá, algo que está al lado de concretarse.
Fue en el Mundial Sub 20 de Colombia en 2011, donde si bien no estuvo en la tierra de su padre, sí actuó por Nueva Zelanda en Sudamérica. Ahí se le consultó por su historia familiar y contó que “mi papá vivió en Chile hasta los siete años, pero se fue por la dictadura militar”.
Y no se quedó ahí. “Me gustaría jugar en Chile algún día. Me gusta Colo Colo”, sentenció Marco Rojas, de entonces 20 años, recalcando que en su familia son todos hinchas del Cacique gracias a su papá, quien se llevó con él el amor a sus colores pese a ser un niño que tuvo que salir por razones políticas de donde nació.
¿Algo más? También tiene su ídolo chileno. “Me gusta mucho como juega Alexis Sánchez. Quisiera ser como él, es brillante”, sentenció en la ocasión.
Hoy, Rojas tiene 30 años y está ad portas de cumplir su sueño y el de su padre: jugar en Chile y en Colo Colo, trayendo de regreso a parte de su familia a una tierra de la que tuvieron que salir a la fuerza en su momento.