Cobreloa es una verdadera caldera. Las denuncias del gerente deportivo del conjunto minero, Patricio Galaz, desembocaron en la renuncia de los tres más altos dirigentes de la sociedad anónima, liderados por el ahora ex presidente Walter Aguilera.

El goleador histórico loíno reveló presiones de la directiva para trabajar con un solo representante de jugadores, que resultó ser nada menos que Sergio Morales, agente de Esteban Paredes y uno de los dueños de Coquimbo Unido.

Pero la decadencia viene de mucho antes y así lo reconoció a través de su cuenta de Twitter el recordado arquero mundialista Nelson Tapia, quien fue entrenador ayudante del cuadro naranja en 2018 y hoy hace sus primeras armas en solitario en el fútbol ecuatoriano.

Sin tapujos, Tapia hizo una durísima pregunta sobre el presente del club nortino. "Una consulta. ¿Ya renunciaron los dirigentes corruptos de Cobreloa?", esgrimió el medallista olímpico, quien después dio más antecedentes.

"Tienen que salir todos, no sólo tres. Los demás son iguales, los conocemos. No cambiarán. Mejoran pero no cambian, ley de la vida", posteó más tarde. "Todos los corruptos, fuera", agregó después.

Pero lo central de la artillería del ex arquero de Cobreloa, Temuco, Universidad Católica y la selección chilena apuntó al mismo representante que denunció Galaz, con el agregado de su vinculación con un conocido ex presidente del cuadro naranja.

"Sólo para que se hagan una idea. Sergio Morales lleva jugadores a Cobreloa desde el 2004 (16). Con ese negocio compraron Coquimbo (Unido) con (Augusto) González, presidente. Sí, es el mismo de Codelco", sentenció Tapia Ríos.

Ambos personajes hoy tienen la propiedad del cuadro pirata y han tenido participación en la salida de una serie de jugadores del cuadro naranja, como Fernando Cornejo e Iván Ledesma. Augusto González además hizo noticia por su salida de Codelco.

Y es que hasta la Contraloría puso el ojo sobre la indemnización por retiro de 511 millones de pesos que recibió el ex timonel naranja cuando salió de Codelco, donde era sindicalista y tenía más de 30 años de carrera.

En Cobreloa, González fue presidente cuando descendió en 2015, tras lo que fue destituido culpado de tomarse el poder. Su otro aporte fue llegar a un acuerdo con Codelco para que se terminara el aporte económico que la cuprífera hacía históricamente al club naranja.

Todas señales claras del delicado momento que vive el equipo más grande de provincias en el fútbol chileno, que hoy pasa por la era más oscura de su rica historia y va dejando en el camino una huella de polémicas y malas prácticas.