Mauricio Pinilla vivió grandes momentos como futbolista junto a Universidad de Chile, la selección chilena y en Europa, sin embargo, su carrera se vio marcada por momentos complejos que hoy Pinigol desearía poder eliminar.

El jugador retirado tiene hoy un gran presente como comentarista de deportes, y aunque no ha pasado mucho tiempo desde que colgó los botines, el otrora crack se dio el tiempo de reflexionar en torno a su pasado en el balompié.

Pinilla apareció en el espacio de conversación que Jorge Zabaleta, Pedro Ruminot y Francisco Saavedra tienen en redes sociales, donde se mostró relajado y confesó algunos pasajes oscuros de sus vivencias en el fútbol.

“¿Hay alguna etapa de tu carrera que te gustaría eliminar?”, preguntó el actor, a lo que Pinigol replicó sin tapujos: “varias. Yo estuve dos años sin jugar prácticamente”.

“Estaba en Saturno. Tenía mi cabeza en otro mundo y como que la cabeza mandaba y el cuerpo no respondía. Entonces deje de jugar, me retiré”, reveló Pinilla.

En la misma línea, el ex delantero agregó que “dije ‘no juego más esta weá, quiero hacer otra weá, quiero dedicarme a otra cosa’. Me había apestado el fútbol, me había separado, lo había pasado como el hoyo”.

Tras las duras declaraciones, Ruminot y compañía hicieron fútbol ficción, preguntándose cuántos goles más y cuánto éxito pudo cosechar el ex jugador si hubiese estado enfocado, llevando a Mauricio Pinilla a una profunda reflexión.

Pinilla hizo una dura reflexión de su carrera a poco tiempo de colgar los botines.

Pinilla hizo una dura reflexión de su carrera a poco tiempo de colgar los botines.

“Sí. Y mal… porque yo de cabro chico siempre fui súper responsable, no salía a ningún lado, entrenar y jugar, entrenar y jugar. Llegó el momento en que empecé a ser más conocido, más popular, Selección, y se me fue un poquito la olla”, explicó.

Pinigol concluyósu crudo relato situándose en el momento cuando tenía apenas 18 años, con departamento y auto propio.

“Entonces me importaba todo una raja, pensaba que era dueño del mundo, que podía hacer las weás que quisiera. Me paseaba de arriba abajo y me importaba todo nada, me peleaba con todo el mundo”, cerró.