No cabe duda de que uno de los mejores futbolistas de Chile es Iván Zamorano, quien a punta de goles marcó a toda una generación. En ese sentido, en un mano a mano con el argentino Juan Pablo Sorín el recordado delantero reveló varias anécdotas de su época como futbolista.

En el Instagram live apodado “Se juega en casa”, Bam Bam respondió a una de las grandes inquietudes que arrastra de su carrera ¿por qué le cedió el 9 a Ronaldo y utilizó el famoso 1-8 en la camiseta del Inter de Milán?

“Por la amistad, por solidaridad. Para mí el Fenómeno merecía ocupar ese número en la espalda. Además, es para mí el mejor centro delantero del mundo. Yo nunca había ocupado otro número en la camiseta, así que tuvimos que pedir un permiso especial para jugar con el 1+8. De hecho, los primeros partidos jugué con el 18, pero recién al quinto partido ocupé la camiseta con el signo más. Esa camiseta se transformó en una de las más vendidas en la historia del fútbol italiano”, relató el goleador chileno.

Sobre compartir camarín con Ronaldo y ganarle el puesto en el Inter de Milán, señaló que “tuve que ser inteligente para saber fortalecer mis debilidades. Los grandes equipos no se hacen solo con figuras, sino también con obreros y esa era una de mis fortalezas”.

Al ser consultado sobre el apodo “helicóptero” reveló que fue el propio francés Zinedine Zidane, quien lo masificó. “Surgió en el fútbol suizo, en uno de los partidos en donde marqué cuatro goles y uno fue de cabeza. Al otro día los periódicos me pusieron ‘helicóptero’, porque me mantuve en el aire en el gol de cabeza. La cuestión es que un día le preguntan a Zidane ¿quién es el mejor cabeceador que conoce? Él dice que Zamorano, el helicóptero. Ahí se masifica el apodo”, señaló el capitán histórico de la selección chilena.

Pero eso no fue todo, porque también mencionó quién es su gran ídolo, “Carlos Caszely, el 9 de la selección chilena, el 9 de Colo Colo, que es mi equipo. Caszely siempre fue mi ídolo, fue mi sueño conocerlo y ahora somos muy amigos. Yo me fijaba mucho en sus movimientos, tenía la capacidad de sacarse a varios hombres en un espacio muy pequeño, por eso el Rey del metro cuadrado. Crecí viéndolo jugar”, menciona.

Ahora, sobre el entrenador que más lo marcó fue “Benito Floro, quien a nivel de sistema era el número uno. Él me hiso ser un gran centro delantero. Luego, Jorge Valdano, que me posicionó mejor en el campo de juego, pues el delantero centro depende mucho de los dos externos y un 10, entonces se dio cuenta de la virtud que tenía para cabecear y le sacó provecho a ello”.

Pero eso no fue todo, porque reveló que en su exitosa carrera profesional le faltó jugar en Argentina, pero no se aventuró a elegir un equipo. “Yo creo que jugué en los equipos que nunca imaginé que jugaría. No me quedó nada pendiente, pero cuando voy a Argentina la gente de Boca Juniors, River Plate o Independiente me dicen que hubiese sido ídolo en sus equipos. Por eso, por la pasión que tienen por el fútbol, me hubiese gustado jugar allá”.

Además, Bam Bam se mandó una flor de confesión, porque reveló que tuvo opciones de jugar en un grande Alemania o en Juventus, rival histórico del Inter. "Había intenciones de quedarme (en el Madrid), pero las conversaciones quedaron en un punto muerto. Después apareció la Juventus y el Bayern que me quisieron, pero apareció Moratti, que intentó hacer grande siempre al Inter y me convencí de ir ahí, donde pasé cinco años maravillosos", reveló Zamorano.

Finalmente, sobre la arenga o charla técnica que más lo marcó se acordó del estreno de la Roja en el Mundial de Francia 98 ante Italia, pues recalcó lo emocionante que fue ver a cerca de 30 mil hinchas en el estadio ese día.

Me quedo con la arenga en Francia 98 ante Italia, porque había que ser súper claro con el mensaje, era nuestro primer mundial después de 16 años y cuando salimos a calentar y vimos a los 25 ó 30 mil hinchas, la charla ya estaba realizada. Les dije a mis compañeros: ‘qué motivación más grande ver hinchas chilenos, dejando 16 años de amargura y que teníamos que jugar como si fuese el último partido’. Además, por eso que nació el ponerse la mano en el corazón para cantar el himno nacional, fuimos los primeros en Chile y eso nos marcó mucho”, sentenció Iván Zamorano.