Este martes el ex futbolista y otrora seleccionado nacional, Carlos Caszely, dejó a muchos contrariados al concederle una entrevista a José Antonio Kast, el candidato presidencial de la extrema derecha desde hace algunos años a esta parte.

 

El político no esconde su abierto aniticomunismo, protagonizado polémicas con frases y actitudes más que cercanas al fascismo, esto sin contar su nexo con el pinochetismo. Caszely por su parte siempre ha estado ligado a la izquierda.

De hecho, Caszely apoyó a la Unidad Popular y hasta es famoso su desaire al mismo Augusto Pinochet antes de viajar al Mundial del 74. La mamá del delantero, Olga Garrido, fue detenida durante la dictadura: fue trasladada con los ojos vendados a un lugar donde fue torturada y vejada de forma brutal. Nunca supo cuál fue su delito.

“Me preguntaron cómo iba a darle una entrevista a Kast. ¿Por qué no? Pensamos diferente, pero él no tiene armas y yo tampoco. Dialoguemos para sacar esto adelante”, le explicó Caszely al mismo candidato.

Agregó: “por qué nos tiene que separar el odio de la gente, porqué se tiene que odiar a la gente que piensa diferente a uno. Voy a cumplir 70 años y aún no lo entiendo. Cuando viene el golpe de Estado todos sabemos lo que pasó: violaciones, torturas… quizás tus viejos también lo vivieron de una forma diferente, pero no entiendo. Cuando hay tanto detenido desaparecido, por qué alguien no dice ‘ya, la cagamos’”.

Sentenció que “nunca me voy a olvidar lo que me dijo mi mamá un día jueves a las 9 de la noche en el hospital, cuando estaba enferma: ‘desde que naciste nuestra familia jamás ha odiado ni le ha deseado mal a nadie. No quiero que ustedes odien por lo que me pasó a mí. No quiero que se olviden de lo que me pasó, pero no odien’. Nunca le he deseado mal a nadie. Soy un hombre con las manos limpias y puedo mirar de frente”.