Desde su primera versión en 1930, los mundiales de fútbol vivieron una serie de problemas para dar espacio a tantas culturas y países. Los problemas de idioma llevó a que muchas veces los árbitros no pudieran hacer mucho para frenar conflictos o exceso de violencia dentro de la cancha.

 

Esto llevó a que en el árbitro inglés Kenneth Aston, que dirigiera en aquella pelea entre Chile e Italia en el 62', propusiera utilizar las tarjetas amarillas y rojas. La medida comenzó a regir en el Mundial de México 1970, pero el temor de los jugadores hizo que nadie viera la expulsión en esa oportunidad.

Pero en 1974 la cosa cambió y, para variar, tuvo a un chileno como protagonista. Para el Mundial de Alemania, Carlos Caszely se transformó el primer jugador en todo el planeta en recibir la tarjeta roja en una cita de este nivel.

¿Qué fue lo que pasó? En su estreno, la Roja debió medirse contra los locales, Alemania Federal. Durante el compromiso, el defensor Berti Vogts siguió al Chino por todo el frente de ataque y se cansó de pegarle por todos lados, algo que terminó por cansar al atacante nacional.

Cuando corría el minuto 64', el alemán fue a pelear una pelota con Caszely, tirándolo al piso. Pero el 7 no se quedó de brazos cruzados y se paró rápidamente. Eso sí, para cortarlo con todo y pegarle una fuerte patada sin pelota. 

El juez del encuentro no dudó y se acercó al Chino para sacar de su bolsillo la temida tarjeta roja. Sorprendido y sin saber muy bien qué hacer, el chileno sólo puso sus manos en sus caderas y comenzó a caminar ante la silbatina del público local.