Thomás Rodríguez cumplía todos los requisitos para convertirse en flamante refuerzo de Universidad de Chile para la segunda rueda: había jugado menos de 360 minutos con los cementeros y no ocupa plaza de extranjero. Además, ha reconocido su amor por el club azul.

El nombre del mediapunta estaba visado por el ex entrenador de la U, Hernán Caputto, visto como una buena opción para el sector derecho de los azules y con sus condiciones podía reemplazar a los lesionados Pablo Aránguiz y Franco Lobos.

El tema de Rodríguez con Unión La Calera estaba zanjado, que a priori era lo más difícil y aceptaron el paso de su número 10 al club universitario, pero todavía faltaba por cerrar la parte económica del jugador con los azules.

Todo iba bien encaminado hasta el viernes 13 de noviembre, cuando se sentaron a negociar el sueldo del futbolista, pero no hubo acuerdo con Azul Azul. Las arcas universitarias al parecer quedaron resentidas con la contratación de Rafael Dudamel, así que no pudieron acceder a las pretensiones del ex hombre de Banfield.

Frustrado su paso a la U, algo que desea hace rato Thomás Rodríguez, fue la figura de Unión La Calera en la derrota ante Unión Española en la fecha anterior en Santa Laura, donde marcó los dos goles cementeros ¿con dedicatoria?

 

Este miércoles a las 19:15 el hijo de Leo Rodríguez enfrentará a Universidad de Chile a una semana de la posibilidad real de poder haberse puesto la camiseta azul que alguna vez vistió su padre y seguramente querrá demostrar su capacidad y lo que se perdió la U.

El encuentro también será clave en los puestos de vanguardia del Campeonato Nacional. La Calera espera reengancharse en la pelea por el título, mientras la U aspira a ganar espacio en la disputa por el boleto a una copa internacional.