Cristián Castañeda fue parte del equipo de la Universidad de Chile por nueve años, donde logró levantar cinco títulos con la camiseta azul. En ese sentido, está en una parte importante de la historia del club, la que siempre se encarga de recordar.

Ahora está intentando llevar adelante su profesión como técnico, trabajando en la municipalidad de Pudahuel. Por lo mismo, en el podcast "Después del retiro" contó sus experiencias y gustos. Si bien como entrenador destaca a Manuel Pellegrini y Jorge Socias, asegura que se queda con la experiencia que les entregó Miguel Ángel Russo, en su paso por la Universidad de Chile, donde dejó varias anécdotas.

"Cuando fuimos a jugar con River Plate (1996) el chofer del bus dijo que había mucha gente, nos quería dejar al medio de la barra de River. Russo le preguntó qué se creía, que si creía si había nacido ayer. Él veía bajo el agua", cuenta Castañeda.

Pero eso no es todo, porque también destaca situaciones que había que tomar con mucho cuidado en la interna del plantel, pero que Russo se encargó de llevarlo lo más profesionalmente.

"Hicimos un doping interno y salieron cinco con doping. El darse cuenta de eso, manejó la situación de buena forma, en ese sentido tenía esa picardía de fijarse en esos detalles. Salió a la luz a raíz de que teníamos un jugador que era chileno, que había jugado en México y en Europa y en un partido de la Copa Chile íbamos a jugar. Nos hacía estar en varios frentes. En las pelotas paradas se lesionó el jugador y la misma a los 15 días, con un tirón medio sospechoso. Y era porque tenía problemas de drogas, y ahí se dio cuenta, vimos que el problema no era un solo jugador, eran varios. Ahí se hizo una restructuración que nos evitó muchos problemas a futuro. Salieron los que tenían que salir. Desde ese día hasta examen de pelo nos tuvimos que hacer para limpiar y solucionar el problema", cuenta el ex defensor azul.

Para Castañeda el equipo que llegó a la semifinal de la Copa Libertadores se merecía otro final. "Teníamos la capacidad e hicimos los méritos, por situaciones externas, que no dependían de nosotros, nos fuimos robados. Cuando uno ve la jugada nadie se explica de cómo no tuvimos la misma medición. Uno después se entera de la situación que sucede y nos deja más la certeza de que nos robaron", asegura.

Por su carrera el propio Cristián cuenta que le ha costado tomar un rumbo o un club importante, por el manejo que tienen los representantes y los equipos en la actualidad.

"Si uno no tiene acento, es más difícil. Es una competencia hasta desleal, la mayoría de los clubes tienen inversionistas que no son chilenos, generalmente hay mucho vínculos con representantes que traen sus técnicos. Eso es lo que salvemos algunos, incluso en la U no sabemos de dónde son los inversionistas. Los equipos de la segunda profesional, que es donde más opciones tienen de dirigir los chilenos, son bien amateurs. Te ofrecen proyectos que nacen truchos, muertos, es complicada la cosa. Al final no te dan muchas armas para poder competir", finaliza.