Gastón Fernández recordó su paso por Universidad de Chile en una extensa y distendida conversación con La Magia Azul, en la que abordó varios tópicos relacionados con el Chuncho.

 

La Gata se fue con el Torneo Nacional ya en marcha y bajo una relación de pocos amigos con los hinchas azules, pero siempre sostuvo que ese plantel dirigido por Guillermo Hoyos podría alcanzar el título, tal como sucedió.

“No me mandaron (la medalla de campeón), creo que fueron cuatro partidos que alcancé a jugar, me debieron hacer partícipe (risas). Y cuando me fui el equipo mejoró, quizás por eso no me la quisieron mandar”, bromeó Fernández.

Por otro lado abordó cómo era la interna del camarín y elogió especialmente a Johnny Herrera, revelando que todos lo trataron muy bien.

“Llegar a un club como la U, teniendo jugadores tan representativos como Johnny (Herrera), Matías Rodríguez, Gustavo Lorenzetti, que ganaron mucho con el club… Después (Jean) Beausejour, Gonzalo Jara, y conocer la calidad de personas que son. Me trataron de maravillas desde el primer día. Johnny se ve desde fuera con una personalidad difícil, pero dentro del camarín es muy buen compañero. Compartíamos la sobremesa de cada concentración. Manteníamos una gran relación cuando estuvimos en el club”, expuso.

Además compartió cómo se gestó su llegada a la U y la importancia de Beccacece para que se confirmara el fichaje, además de su eterna idolatría por Marcelo Salas, que partió cuando era parte del fútbol formativo de River Plate.

“Primero hable con Sebastián Beccacece, en ese momento el DT, y fue que a partir del interés de él que empecé a analizar la situación. Con la U tuve una empatía desde lejos. Siempre hubo deseo de jugar en un grande de Chile y ahí la U era el equipo que más me seducía, porque ahí inicio Marcelo Salas, mi ídolo futbolístico”, expuso.

Sentenció que “desde el primer momento que lo vi jugar con la camiseta de River fue impactante para mí, lo viví con mucha intensidad. Su calidad, su forma de jugar, cómo definía las situaciones de gol. Me hizo en seguida idolatrarlo. Lo había visto en la semifinal de la Libertadores contra la U, la vuelta en el Monumental fui a la cancha y a partir de ahí arranca mi cariño por el Matador. Y después tuve la suerte de ser su compañero y al conocerlo, como persona grande, mi idolatría creció por lo grande que es”.