Mea Culpa estrenó este jueves el capítulo 4 de su temporada 2021 y estuvo dedicado a un crimen que contó con gran cobertura mediática, girando la atención a un suceso que tuvo lugar en la Región del Maule. Pero, ¿quién es José Navarro, El Brujo de Licantén?

El Brujo es el nombre del cuarto capítulo de Mea Culpa de este jueves, que se centra en el crimen de José Navarro Labbé, en ese entonces de 32 años, y que aterrorizó a la localidad sureña de Licantén.

Se trata de un caso muy sensible y complejo, con la historia de un hombre que comete delitos sexuales contra niños, niñas y adolescentes. Es un episodio que busca hacer un llamado a la prevención, detección y denuncia de este tipo de delitos.

Según describió Carlos Pinto en Buenos Días a Todos, "hay una máscara que utiliza este personaje para cumplir sus más inestables sentimientos. Estamos frente a alguien que utiliza todos estos artificios para obtener 'beneficios'".

"Es un pedófilo, tiene esa condición, y utiliza estos métodos", advirtió el periodista, antes de revelar que cuando lo fue a ver a la cárcel para entrevistarlo, este le dijo "'yo sabía que tú ibas a venir'".

Mea Culpa: ¿Cómo ocurrió el crimen cometido por José Navarro, El Brujo de Licantén?

El caso tuvo lugar a principios de febrero de 2018, cuando el autodenominado Brujo de Licantén condujo a una niña de 11 años y a su abuelo hasta un bosque cercano a la localidad en la Región del Maule.

La idea era buscar un tesoro, por lo que iniciaron una excavación. Fue durante el proceso de extracción de la tierra que el sujeto golpeó al hombre de la tercera edad con una pala dejándolo inconsciente y luego secuestrar a su víctima.

El incidente detonó un extenso operativo de búsqueda en un perímetro de 500 hectáreas, que incluyó a más de 200 policías, personal de emergencias, drones, helicópteros, globos aerostáticos y una querella del Gobierno.

La menor estuvo con Navarro Labbé por casi 8 días, ocultos toda la semana en el sector de Quelmes, "caminando por los bosques de la comuna", y también contando con la ayuda de sus familiares.

Pero fue una de sus hermanas quien llamó a Carabineros para dar cuenta de lo que ocurría y detallar el lugar del paradero de José y la pequeña.

Mientras se encontraba en prisión preventiva, Navarro Labbé envió una carta descartando abusos contra la niña y que no atacó al abuelo de manera planificada, sino que fue un enfrentamiento fortuito que se detonó ante la posibilidad de denunciar al adulto mayor por tráfico de drogas.

Mea Culpa: ¿Qué decía la carta que José Navarro, El Brujo de Licantén, presentó como defensa?

En mayo de 2018, a días de ser reformalizado, José Navarro escribió una carta de ocho carillas mientras permanecía como interno del Centro de Cumplimiento Penitenciario Rancagua, donde expuso sus razones para llevarse a la niña y lanzar críticas contra los procedimientos del Ministerio Público.

Allí postuló que no secuestró a la pequeña por por iniciativa propia, sino que por protegerla de su abuelo, Rafael Vidal, quien buscaba hacerle daño.

"Mi nombre es José Navarro Labbé, el mismo que estuvo ocho días y siete noches con [nombre de la víctima], perdidos en los cerros. No fue que yo me haya querido llevar a esta menor, muy por el contrario, ella es quien me solicita mi protección, ya que el abuelo la quería matar", escribió el ahora condenado, según reportó en ese entonces La Tercera.

En el texto explicaba desde su perspectiva que la menor supuestamente amenazó con denunciar a su abuelo por tráfico de drogas. Esto después de que aparentemente ella misma se vio expuesta al consumo de cocaína, además de ser descuidada y maltratada por sus cuidadores.

Navarro también apuntó que un hoyo que excavaron era para él y para la niña, ya que ahí Vidal pensaba sepultarlos.

Entonces, describe que "antes de que yo golpeara a Rafael tuvimos una discusión, la cual terminamos a combos. El viejo me pegó en la sien y en la boca del estómago. Yo le pego unas patadas y combos, pero este saca una corta pluma y me proporciona un corte".

"Tras ello, el viejo enfurecido viene, toma la pala con ganas de decapitar a la niña, de lo cual yo me percato, reaccionó, recojo el chuzo y lo golpeo, no con la intención de matarlo, sino de noquearlo", añadió.

Precisamente, tras este crítico incidente, de acuerdo con Navarro, la niña le pidió que se la llevara con él, "ahí yo le doy mi palabra y hago una promesa a la menor que mientras estuviera conmigo nada le pasaría".

"Oferté hasta mi vida con tal de que ella viviera para que pudiera contar lo ocurrido", escribió.

Posteriormente, Navarro Labbé detalla lo que ocurrió cuando se presentó en la casa de sus padres, donde supuestamente le "preguntan a la niña si yo la habría tocado o abusado y esta responde que no. Le dice él me está cuidando, yo le digo a mi hermana que llame a alguien de su confianza o si no, no me iba a entregar".

En la misiva, Navarro también aseguro que durante el procedimiento judicial tras su detención se vulneraron sus derechos, sobre todo porque personal de la PDI se tomó fotos con él sin su consentimiento y el fiscal del caso lo interrogó sin la presencia de su abogado.

Allí acusa también que "no se tomó en cuenta el doble intento de homicidio de don Rafael hacia la niña y mi persona, tampoco se ha investigado el tema del tráfico".

"Mientras estén estos dos fiscales no declaro lo que yo sé de esa familia, porque el 2009 fueron ellos los que no me dieron la oportunidad de defenderme", resaltó José, a propósito de una pena previa de cinco años y un día en Curicó, por el delito de abuso sexual en contra de una de sus hermanas menores.

Mea Culpa: ¿Cuál es el perfil de José Navarro, El Brujo de Licantén?

José Navarro Labbé es el cuarto de 10 hermanos. Estuvo en la cárcel entre 2010 y 2014, momento en que se evaluó su coeficiente intelectual y ponderó 90, equivalente a una persona normal, sin discapacidades.

Tras su captura, personal especializado de Carabineros elaboró un perfil psicológico del sujeto, a quien se describe como una persona que "presenta habilidades intelectuales que le permiten desenvolverse con facilidad, sin embargo, en el aspecto emocional, evidencia características narcisistas, refiere cualidades místicas, logrando persuadir a otros".

Sobre el delito anterior al secuestro, en contra de su familiar, Navarro Labbé "no reconoce su culpabilidad ni el daño causado, denotando incapacidad para comprender las emociones en otros, siendo su única prioridad satisfacer sus propias necesidades sin importar el costo que tenga conseguir lo anhelado".

El documento postuló que José buscaba vincularse con personas intelectualmente inferiores para poder lograr la admiración, así terminaba invitando a adolescentes, de entre 10 y 14 años, a particulares rituales en santuarios donde se sumergían en agua y quemaban incienso.

El mayor Diego Rojas, de la Dirección de Investigación Criminal de Carabineros de Santiago, resaltó en su momento a La Tercera que "es un delincuente peligroso desde el punto de vista de los ataques sexuales a menores, tiene visiones mesiánicas y dice contar con poderes especiales".

"En la cárcel era conocido con la chapa de 'el brujo'. Tiene un minotauro tatuado en el pecho, un pentagrama en la espalda", describió el policía.

Cercanos a Navarro sostuvieron que conocía el bosque al revés y al derecho, que salía a cazar y recolectaba leña.

Mientras que su hermana Olga afirmó que "nuestra historia familiar, en general ha sido difícil, en José hay temas que nunca se trataron. Nosotros hemos vivido la pobreza extrema, al punto de no tener qué comer o con qué vestirnos".

"Venimos de la nada, pero José tiene un alma generosa, capaz de hacer grandes favores a sus vecinos o familiares sin cobrar un peso, él es muy inteligente", indicó.

Además, describió que "lee mucho, se sabe la Biblia al revés y al derecho. Le gusta escuchar a la gente, siempre tenía tiempo para todos y un consejo para cada uno, el problema es que a veces dice cosas de más, porque es un poco arrebatado con sus palabras, pero no es agresivo".

"Yo siempre vi a José como un hombre-niño, porque nunca maduró, y en eso tiene mucha culpa la sociedad que nunca nos ayudó, siempre nos discriminó, nos privó de cosas básicas", sostuvo Olga.

Mea Culpa: ¿Cuál fue la condena de José Navarro, El Brujo de Licantén?

La Fiscalía del Maule confirmó a fines de octubre de 2019 la sentencia de casi 15 años de prisión para José Navarro Labbé.

El Brujo de Licantén debe cumplir 10 años por el delito de sustracción de una menor de edad, tres por abuso sexual y 541 días por lesiones graves.

La sentencia resultó ser menor a los 19 años de privación de libertad que pidió el Ministerio Público en primera instancia, luego de que culminara el juicio oral.

El en ese entonces fiscal jefe de Licantén, Andrés Gaete, manifestó que "estamos satisfechos porque todas las penas que impuso el tribunal están dentro del rango de los delitos por los cuales se dedujo la acusación".

"Los 541 días es el mínimo establecido por la ley para las lesiones graves, lo propio ocurre en torno al delito de abuso sexual impropio que parte en una pena de 3 años y un día de tal manera que está en el rango de lo que establece el legislador".

"Igualmente sucede con el delito de sustracción de menores que parte en 10 años y un día, por lo tanto el tribunal impuso las penas mínimas que establece el respectivo rango. Por el quantum de las penas no existe la posibilidad de poder optar a ningún tipo de beneficio por parte del condenado", puntualizó.

Actualmente, Navarro Labbé sigue privado de libertad en la cárcel de Rancagua, recinto penitenciario en el que fue recluido desde un principio, tras ser detenido en febrero del año 2018 en la costa de la Región del Maule, producto de una búsqueda que movilizó a cerca de 200 personas.