Este viernes llegó a la plataforma de Netflix la serie "Locke & Key", inspirada por el alabado cómic del hijo de Stephen King, Joe Hill, y el ilustrador chileno Gabriel Rodríguez.

Se trata de la historia de la familia Locke, que después de vivir un episodio traumático deciden mudarse a una antigua casa de sus antepasados, donde los más jóvenes del grupo encontrarán una serie de llaves mágicas que les otorgarán los más diversos poderes.

Como se puede concluir de la sinopsis, las llaves son pieza fundamental para el desarrollo de la trama y el diseño que fue desarrollado para el cómic fue respetado con leves modificaciones en la serie.

En un panel sobre la producción realizado en el Teatro Municipal de Santiago, el showrunner de "Locke & Key", Carlton Cuse, comentó que "las llaves son parte clave de la historia. Gabriel (Rodríguez, ilustrador del cómic) había hecho un trabajo impresionante imaginándolas y diseñándolas, incorporando elementos de lo que cada una hace en la forma de la llave".

Por eso, es que "fuimos bastante respetuosos con los diseños, porque ya eran geniales. Teníamos un gran departamento de arte, que seguía haciendo nuevas iteraciones de cada una, las que revisábamos y llegábamos a tener 10 versiones distintas antes de dar con el modelo definitivo que usamos en la serie".

Gabriel Rodríguez, el co creador de la historia, experimentó múltiples sensaciones durante el proceso creativo de la serie, según confesó en el mismo evento organizado por Netflix.

"No puedo negar que es increíblemente halagador ver a este equipo de impresionante de artesanos desarrollando algo basado en tu propio trabajo y que luce tan bien cuando lo ves en pantalla", aseguró Rodríguez.

Y contó que "cuando partí trabajando en los cómics, diseñé las llaves como si realmente se fuesen a confeccionar. Para hacer que la historia tuviese algún impacto, tenía que hacer creer que todo lo que se veía era algo que podía existir".

"Hice los diseños de las llaves en papel milimétrico en una escala de 5 a 1, para crear cada una con muchos detalles, como si fuese un proyecto de diseño industrial", especificó.

Una vez que el cómic ya había alcanzado cierto recorrido, vino la posibilidad que ofreció Skelton Crew, de hacer realidad las llaves como objetos de marketing y colección.

“Cuando la gente de Skelton Crew le ofreció a IDW (editorial que publicó el cómic) hacer realmente las llaves para promocionar la novela, les envié los bosquejos y lo hicieron exactamente por milímetro como habían creadas", indicó Rodríguez.

"Eso fue un momento mágico, porque te das cuenta que de verdad diseñé esto con la intención de que fueran algo que podía suceder. Incluyendo el símbolo infernal de la llave ‘en cualquier parte’, que fue muy difícil de crear y aún más complicado hacerla de verdad".

Ahora, continuó Rodríguez, "verlas finalmente en pantalla tal cual como se veían en las páginas fue realmente algo emotivo en términos personales. Pero también habla mucho de que funcionan y cuál fue la intención cuando fueron diseñadas".