Un Teatro Caupolicán casi repleto fue testigo de un espectáculo cuya gracia radica principalmente en la música. Alejandose de presencias digitales en pantallas, fuegos, cotillón o adornos que son tan típicos de los directos por estos días, un telón negro de fondo fue el lienzo a pintar con melodías en la ocasión. Emir Kusturica & No Smoking Orchestra vino a Chile a despedirse sin máscaras o embrujos artificiales. El despliegue en el escenario fue muy real, los instrumentos ejecutándose para armar una fiesta desde lo más mundano para celebrar el último encuentro con los fans chilenos.

21:15 horas marcaba el reloj y el recinto de San Diego se sumió en la oscuridad, para que los músicos entraran a escena, casi como bestias furtivas a tomar su posición. Entonces, ¡música!

Las melodías de las entrañas de los Balcanes tradicionales con un toque de rock, a ratos de jazz, en contacto también con el punk. Básicamente la esencia ecléctica que llevó a posicionar el estilo tan particular de una banda con apenas dos discos editados, pero 23 años de carrera. Una locura de la que el mismo cineasta serbio se jactó en el escenario en múltiples ocasiones.

Emir Kusturica & No Smoking Orchestra en Chile | ¿Cómo fue el show?

Tarantella marcó la apertura, para luego dar pie a una larga presentación en voz de Kusturica, quien no teme a tomarse el tiempo para dialogar con el público presente, contar anécdotas o historias de las canciones.

¡Así se vivió Emir Kusturica & No Smoking Orchestra en Chile! (Foto: @el.eme)

¡Así se vivió Emir Kusturica & No Smoking Orchestra en Chile! (Foto: @el.eme)

Mientras la banda adornaba con el tema que Henry Mancini compuso para La Pantera Rosa en cada una de sus intervenciones, Kusturica se ponía en contacto con los reunidos.

"Esta es la última vez, el cierre de la biografía, con el tour Adiós, ¿Cómo estás? Que no es una frase muy común en inglés. La primera canción va a ser del cine: La Vida es un Milagro", adelantó Emir, avisando el juego que vendría durante la velada, un vaivén entre los temas de los álbumes editados como banda mezclados con reconocidos temas de sus películas.

Los sonidos de Life Is A Miracle, de 2004, recordaron la historia de un hombre atrapado entre la prosperidad de su pueblo y la trampa mortal de una guerra. Mientras que Meine Stadt volcó el repertorio hacia otra de sus producciones cinematográficas: Black Cat, White Cat (1998), esa trama en la que un estafador intenta pagar sus deudas casando a su hijo con la hermana de un gánster.

¡Así se vivió Emir Kusturica & No Smoking Orchestra en Chile! (Foto: @el.eme)

¡Así se vivió Emir Kusturica & No Smoking Orchestra en Chile! (Foto: @el.eme)

Del espíritu gitano, al alma de la protesta contra los medios masivos y la discriminación social. Así llegó Fuck you MTV, recordando que mientras muchos quisieron figurar en la señal mainstream, ese siempre fue un anhelo que se mantenía alejado de la banda. También estuvo Scared of Dental Drills, para la cual hubo un particular origen…

"Es la historia de un niño pequeño que quería convertirse en cosmonauta. Universo. Volar. Fue al doctor, él lo examinó. Después fue al dentista, le dijo 'abre tu maldita boca', lo hizo y el doctor dijo 'ah-ah... Malos dientes'. Así que no habrá carrera de cosmonauta. Pero es por eso que se convirtió en un gran músico", culminó el maestro de ceremonias, para terminar revelando que se trataba de la historia del acordeonista Zoran Milošević.

El peso pesado de la noche estaba por venir. "Quiero saber ¿qué les gusta más el vino o la cerveza?", preguntó el serbio en otro momento, mientras 5 mil almas se inclinaban por la segunda opción, sabían que precisamente venía la canción dedicada al brebaje de cebada y lúpulo al que se trata como un dios por parte de los músicos. Esa canción terminó como barra brava, con un masivo coro de "El dios es solo uno / ¡Cerveza! / ¡Cerveza!", acelerando el ritmo de la presentación, para luego dar el pase a un cover de La Mano de Dios, del argentino Rodrigo, inevitablemente recordando la oda al 10 que fue el documental Maradona by Kusturica (2008).

¡Así se vivió Emir Kusturica & No Smoking Orchestra en Chile! (Foto: @el.eme)

¡Así se vivió Emir Kusturica & No Smoking Orchestra en Chile! (Foto: @el.eme)

"La próxima canción es una que le gusta mucho a Chile", resaltó Emir, porque llegaba  el Unza Unza Time, el tema que le da el nombre y abre el primer disco que el grupo lanzó en el 2000. La respuesta de la audiencia fue demencial. Una locura total, gente surfeando el público, mosh pit, algarabía, parranda, baile. El ritual estaba completo.

Y en Tito Puente, los músicos no lo pensaron dos veces y se fueron a pasear entre la gente, se bajaron por el costado derecho del escenario y recorrieron la cancha del Caupolicán, cosechando vítores, alabanzas, abrazos, besos y palmaditas en la espalda; hasta llegar al costado izquierdo para retomar la tarima.

Mila Gora se convirtió en el vehículo para que cada uno de los músicos se luciera con largos solos. Entonces, hicieron la emblemática Drang Nach Osten, seguida por Comandante

Y luego, un nuevo alto: "Esta canción la escribimos antes de que hubiese la amenaza de una guerra nuclear en el mundo. La pregunta era ¿qué haríamos si ocurría una guerra nuclear?", advirtió Emir antes de Before the End.

Bubamara, de la banda sonora de la inolvidable película ganadora de la Palma de Oro en 1995, Underground (1995), marcó un receso de pocos minutos ante el que los fanáticos se mantenían expectantes para el remate del show.

El cierre llegó con repeticiones, porque de nuevo hicieron Cerveza como el himno que impulsó la fiesta y de la mano vino Comandante otra vez, para el punto final. Alejado de escándalos políticos o religiosos de los que ha gozado en ocasiones anteriores, siempre en contacto con el cine y sobre todo con la música, Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra se despidieron con un último aliento de Chile, sellando con la satisfacción de una nueva misión cumplida.