Este sábado la emoción de las artes marciales mixtas se quedó con las ganas de lo que prometía ser una guerra. Leon Edwards hacía su regreso al octágono en el UFC Vegas 21, pero su combate debió ser detenido antes de tiempo luego de un terrible golpe en uno de los ojos de Belal Muhammad.
El estadounidense y el de raíces palestinas animaban una gran pelea, pero en el segundo round todo debió suspenderse. En el primer intercambio, "Rocky" lanzó un jab que terminó golpeando en el párpado de su rival, lo que obligó a la intervención del árbitro.
Muhammad cayó al piso con evidente dolor, pero fueron las cámaras de la transmisión las que mostraron la gravedad de la situación. Edwards, al impactar, pasó a tomar el párpado inferior y estirándolo de forma muy peligrosa.
Los médicos de inmediato recomendaron la detención del combate, lo que finalmente derivó en un resultado "sin decisión". Una medida sorpresiva, luego que la semana anterior se le diera el título a Aljamain Sterling ante Petr Yan por un golpe ilegal, pero es justamente ese punto el que hizo diferente el resultado.
Las imágenes revelaron que no hubo intención de Edwards por hacer ese daño. De hecho, el propio luchador pidió disculpas tras lo ocurrido. "Salí de un año y medio muy, muy largo para mí. Me preparé tan duro. Es perturbador. Le deseo lo mejor, le deseo una recuperación completa", lanzó.
Por ahora, Edwards aseguró que no espera una revancha ante Muhammad sino que quiere ir por el cinturón de peso wélter de Kamaru Usman. Pero por cómo ocurrieron las cosas, lo más probable es que UFC le dé una prueba antes de su opción titular.
