El legendario arquero de Colo Colo, Luis Fernando Araya, campeón con los Albos en 1941 (monarca invicto), 1944 y 1947 conversó con el diario El Líder de San Antonio sobre su complicada situación que lo tiene en total abandonoy, a sus 99 años, recordó su abrupto retiro del profesionalismo.
“Este oído (izquierdo) me quedó prácticamente cerrado, porque cuando me retiré de Colo Colo (1948), fue justamente en el último partido con la selección chilena que venía del Sudamericano, en el estadio Santa Laura y tuve un accidente”, explica el ex jugador profesional vivo más longevo del país.
“Ese era el día del debut de (Misael) Scutti, estaba en la suplencia. Empezó a jugar y se lesionó Scutti de la muñeca, jugó como 20 minutos. Se tuvo que salir y entré a jugar yo. No habían pasado ni 10 minutos y en un entrevero el ‘Chico’ Cremaschi tira al arco y no la alcanzo a tomar bien, me pega en la rodilla la pelota y le queda al mismo ‘Chico’. La jugada siguió y por ir a buscar la pelota el defensa Fuenzalida me pegó un cabezazo aquí (se toca el oído). Quedé nocaut, me quedé en el suelo, me tiraron un balde de agua para despertarme y tuve que terminar jugando, mareado. Me retiré por esa razón, porque tenía ese problema. Además, se portó mal Colo Colo, me descuidó”, explicó el veterano sobre su retiro.

Foto: Diario El Líder de San Antonio
Pero esa no fue la única lesión que arrastra desde su época en el Cacique, porque mencionó que “tengo dos operaciones de cadera y otras más en la pelvis, en total tengo ocho operaciones: la vista, el oído, las caderas, los pies, todas cosas pesadas”.
Además, complementa que debe caminar con un carrito. “Tengo que andar con esa cuestión así es que tengo bien poca actividad, ya hace más de dos meses. No puedo caminar por las lesiones que tuve jugando”, reveló.
Sin embargo, la pena más grande de ex arquero no son los problemas físicos, sino la soledad que lo acompaña día a día que lo tiene mendigando almuerzo y a la suerte de terceros si sufre alguna emergencia médica.
“Pido almuerzo afuera, por eso digo que estoy abandonado, pero me las arreglo de alguna manera. Aquí me quedo solo en las tardes, porque esta señora que me trae almuerzo se va a las dos. Me las arreglo a mi manera. Si me pasa algo he tenido que pedir ayuda a la fuerza para pararme”.
Finalmente, expresó que ahora solo está esperando su cumpleaños (21 de junio) para llegar a los 100 años de vida. “Esa es la alegría que tengo cada año, cuando me vienen a celebrar el cumpleaños”.