El trágico episodio que vivió Christian Eriksen en el debut de Dinamarca en la Eurocopa, donde un colapso cardiaco en plena cancha puso en riesgo su vida, sigue generando reacciones en todo el mundo del fútbol.
A miles de kilómetros de distancia, la experiencia impactó también a Chile, donde hace casi dos décadas que se exige una serie de obligaciones a raíz de la muerte en cancha del seleccionado camerunés Marc-Vivien Foe, en la Copa de las Confederaciones de 2003.
Así lo destaca el secretario del Sindicato de Futbolistas Profesionales, Sifup, Luis Antonio Marín, quien en diálogo con RedGol asegura que este tipo de emergencias “son cosas que no puedes prever”.
“Más allá de la obligación que tienen los clubes de hacerles todos los chequeos a los jugadores anualmente y la obligación de tener todos los materiales de rehabilitación en la cancha, es una situación que uno no puede decir que no va a pasar. Son casos fortuitos, que ya se ha demostrado que les pueden pasar a los jugadores en la alta competencia”, explica.
Según el representante gremial, la exigencia es alta. “Los jugadores que no presentan todos los chequeos médicos a comienzos de cada año no pueden competir. Los clubes tienen la obligación y lo mismo se hace en el Fútbol Joven, no solamente en el fútbol profesional”.
Los menores deben cumplir con este parámetro. “Si bien es cierto que los clubes dan la orden médica y los padres llevan a sus hijos a hacerse los chequeos en algun laboratorio, que tengan convenio con los clubes y cosas así, está la obligación de hacer los chequeos médicos correspondientes: electrocardiogramas, exámenes de esfuerzo”, agrega Marín.
“Este tipo de cosas se hace antes de la pretemporada y hoy día es obligación, así como el defibrilador que es ya también es obligación en todos los clubes deportivos”, puntualiza el ex mundialista chileno.
Finalmente, el personero aclara que este “es un tema que está incorporado hace mucho tiempo acá. Si no me equivoco, desde que fue lo del jugador Marc Vivien Foe”.