Puede ser el miedo a perder más que el deseo de ganar. O que las defensas en el fútbol chileno se hayan convertido en Grecia 2004, con unos murallones infranqueables para las delanteras. Lo cierto es que entre Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica, apenas han convertido un mísero gol en los últimos cinco clásicos disputados entre ellos.

En la previa de la Navidad del año pasado, el Viejo Pascuero repartió goles en otros lados del mundo y no quiso traerlos a Chile. Así es como la UC primero igualó sin goles ante el Cacique en San Carlos y luego repitió el marcador contra los azules, en el Nacional.

Si eso no bastaba, el torneo lo remataron con otro espléndido 0-0 los albos y el Bulla en enero en el Monumental, en un partido digno para la Fundación contra el Insomnio. Se veía una clara tendencia entre los grande querer cuidar el arco propio más que pensar en el rival.

La racha se rompió en abril, cuando Leonardo Gil clavó un zurdazo en el arco de Fernando De Paul, para darle el triunfo en el Superclásico al Cacique. Tanto que fue un oasis en un desierto.

Eso porque en San Carlos de Apoquindo, otra vez el grito de gol quedó ahogado en las gargantas de los hinchas. Un 0-0 con pocas oportunidades de gol, donde se notó que priorizar el cero en propia puerta es una de las tónicas del último tiempo.

Habrá que ver lo que sucede en un par de semanas más. Esto porque el 1 de agosto chocarán la U y la Católica en la fecha 14 del torneo, en partido que se disputará a las 16 horas en El Teniente de Rancagua y donde se espera que las redes puedan inflarse.