Un grupo de mercenarios inmortales lleva siglos luchando para proteger al mundo, bajos las órdenes de una guerrera llamada Andy (Charlize Theron). Pero cuando reclutan al equipo para desempeñar una misión de emergencia y sus extraordinarias habilidades quedan expuestas, Andy y Nile (Kiki Layne), la integrante más nueva entre sus filas, son las principales responsables de erradicar la amenaza de quienes pretenden replicar y rentabilizar su poder a cualquier precio.

 

"The Old Guard" toma lo sobrenatural como un vehículo para examinar planteamientos éticos y morales, lo que ganas y lo que pierdes si tú existencia es infinita. ¿Acaso realmente le tomamos el peso a la posibilidad de tener la cura a todos los males? ¿Cuánto vale eso en medio de un mundo que parece avanzar en trayectoria directa hacia una catástrofe con el potencial de reiniciar la existencia? Probablemente algunos se encuentren con un viaje más introspectivo de lo esperado en una película de esta naturaleza, pero he ahí uno de los principales atractivos.

Si bien el giro es muy predecible desde las primeras andanzas del equipo, estás tan interesado en descubrir más a los personajes que, a pesar de que sabes lo que vendrá, te quedas por sus relatos pasados y el conocimiento que han obtenido de ellos.

Charlize Theron comanda al grupo de inmortales en "La Vieja Guardia".

De ahí que la fórmula de "la nueva integrante" se vuelva el camino adecuado para detonar una retrospectiva sobre quienes hasta ahora forman parte de los inmortales, los alcances de su vida, tanto en solitario como en conjunto, y también de los recientes villanos que aparecen en el camino.

La película tiene humor en una medida justa para no caer en la veta de la comedia ridícula, secuencias de violencia en la misma línea con repentinos movimientos que causan más de una sorpresa y todo siempre en torno al avance de una trama que nunca deja de captar la atención. Hasta se dan el lujo de otorgarle una apasionada escena romántica-épica a la relación homosexual de la historia sin fallar en el intento.

La entrega se aleja de acusar lo evidente en los diálogos, como sucede con otras adaptaciones de cómics, y tampoco te bombardean con una saturación de información, aunque podrían hacerlo. De hecho, la longevidad de las partes multiplica las posibilidades de explorar más y más detalles sobre el pasado. Pero se contienen y eso es positivo.

Chiwetel Ejiofor será uno de los persecutores de nuestros héroes en "La Vieja Guardia".

Y a pesar de que se trata de una película de acción, con todo lo dicho hasta ahora, su espectáculo nunca opaca o ahoga la relevancia de permanecer con los personajes. Los conoces repentinamente, asumes su "talento", pero te das cuenta de que ante su imposibilidad de morir se alzan como figuras interesantes para esta indagatoria que engancha hasta el final.

La película funciona justamente porque se sostiene en sus protagonistas y no sólo en la pirotecnia. Un equilibrio que cuesta encontrar actualmente en este tipo de propuestas. Era necesario que una mujer como Gina Prince-Bythewood se pusiera al mando de una producción de alto calibre, para jugar con estos elementos y darle frescura al género, pero también un sustento emotivo al piso sobre el que se ejecuta.

Andy (Charlize Theron) y Nile (Kiki Layne) enfrentadas en "La Vieja Guardia".

Netflix finalmente da en el clavo con una entrega de acción que funciona como gran blockbuster, después de las múltiples pruebas y errores vistas en "Triple Frontera", "Escuadrón 6", "Misión de Rescate" o el reciente fracaso rimbombante de "The Last Days of American Crime".

"The Old Guard" sabe cuándo exponer y cuándo explotar, maneja los momentos sensibles de manera cuidadosa y te da un par de golpes para remecer los ojos con sus visuales, al mismo tiempo que te hace confirmar que amamos ver a Charlize Theron pateando traseros.