La renuncia de Esteban Valencia a Universidad de Chile tras la derrota ante Curicó Unido, no sorprendió tanto en la dirigencia de Azul Azul. No sólo el Huevo ya había manifestado su intención de alejarse, si no que además los resultados exigían un golpe a la mesa.

El cuadro universitario sólo ganó un punto en sus últimas ocho presentaciones: siete derrotas y un empate a partir de la caída en el Superclásico ante Colo Colo, que evidencian que el técnico que reemplazó a Rafael Dudamel no contaba con las armas necesarias.

Pero hoy la dirigencia azul se enfrenta a un desafío mayor. Debe acertar en la elección del nuevo entrenador a tiempo de los dos partidos de la próxima semana -visitas a Ñublense y a Universidad Católica- con la lucha por la permanencia encendida.

La U está en el duodécimo lugar de la tabla de posiciones y sólo la separan cinco puntos del antepenúltimo clasificado, Deportes Melipilla, que hoy debería disputar la permanencia en un repechaje ante el subcampeón de Primera B.

Todos los caminos apuntan a Leiva
 

En este panorama, Universidad de Chile deber actuar con rapidez y certeza. Y fuentes vinculadas a la dirigencia advierten a Redgol que el mapa de opciones no es demasiado extenso y que "Cristián Leiva está confirmado en un 99 por ciento".

Hay tres razones que sostienen la candidatura del Flaco, pero ninguna representa un mérito independiente del ex ayudante de Jorge Sampaoli, Juan Antonio Pizzi y Reinaldo Rueda en la selección chilena. Todo tiene que ver con el empedrado.

Primero, la dirigencia ha verificado que nadie de las divisiones inferiores azules quiere tomar "el fierro caliente" del primer equipo. El recién llegado Sebastián MIranda, y el reemplazante de Marco Antonio Figueroa en 2014, Cristián Romero, no aparecen dispuestos.

 

 

A esto se suma la coyuntura, ya que el nuevo entrenador no puede haber dirigido esta temporada en Primera, lo que descarta a los quince que dejaron sus cargos más los otros quince que están actualmente al mando de un equipo: treinta candidatos menos.

La última condicionante a favor de Leiva nace a partir de una polémica sentencia del ex presidente azul, Cristián Aubert, que en julio aseguró que "no hay ningún entrenador chileno que pueda hacerse cargo de Universidad de Chile".

Los planes cambiaron en Azul Azul y hoy asumen que ningún técnico extranjero respetable vendrá a la U por los cinco partidos finales. Así que no queda más que conformarse con un candidato nacional para la sucesión del Huevo.

En este sentido, la opción de Leiva asoma más por la urgencia que por un especial convencimiento. Los números del estratega no son positivos ni mucho menos. De hecho, su única experiencia al mando de un equipo profesional fue muy pálida.

El DT llegó en septiembre de 2020 al mando de Deportes Iquique, que le pidió permiso al presidente de la ANFP, Pablo Milad, para "levantarle" al entrenador que en ese minuto trabajaba al alero de la selección chilena.

Pese a contar con el tiempo necesario, descendió a Primera B con Deportes Iquique con nueve victorias, once empates y trece derrotas en el torneo anterior. Siguió dirigiendo en el ascenso, pero renunció en julio con tres triunfos, dos igualdades y seis caídas.