Hace un par de meses, la producción de Grey's Anatomy estuvo en el ojo del huracán luego de que se revelará que Elisabeth Finch, una de las escritoras y productoras consultoras del drama médico, mintió sobre su estado de salud. Tras un largo silencio, la denunciada se refirió a lo sucedido confirmando que mintió y asegurando que se encuentra muy arrepentida. 

Luego de las noticia sobre la red de mentiras emitidas por Finch se extendió en la prensa y en redes sociales, la producción decidió ponerla bajo licencia administrativa mientras se investigaba el caso, Sin embargo, renunció en marzo. 

Las mentiras que dijo Finch pudieron pasar desapercibidas, pero el principal problemas era que el trabajo que obtuvo en la serie era producto de ello y fueron incluidas en la trama de la serie. Su llegada al programa se produjo luego de una entrevista a la revista Elle en donde detalló como era vivir con cáncer y trabajar en televisión. 

La producción del drama médico pensó en aquel momento que tener a alguien que haya vivido tantos momentos complejos podría entregar una nueva visión a las historias del programa. Tras un reportaje de Vanity Fair en marzo de este año titulado "Ladrona de escenas: Las verdaderas mentiras de Elisabeth Finch" se confirmó que todo lo que había dicho sobre su estado de salud, vida personal e incluso el suicido de su hermano, era mentira.

Finch afirmó anteriormente que tenía una forma rara de cáncer de huesos, que ayudó a limpiar los restos del cuerpo de una de sus amigas más cercanas luego del tiroteo de la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh el 2018, señaló que perdió un riñón y parte de su pierna. Nada de eso ocurrió en realidad. 

"Simplemente se hizo más y más grande y se enterró más y más profundamente dentro de mí. Sé que lo que hice estuvo absolutamente mal. Mentí y no hay excusa para ello". Pero hay un "contexto para ello", dijo Finch. "La mejor manera en que puedo explicarlo es cuando experimentas un nivel de trauma, muchas personas adoptan un mecanismo de afrontamiento desadaptativo. Algunas personas beben para ocultar u olvidar cosas. Los drogadictos intentan alterar su realidad. Algunas personas se cortan".

Finch revela que tras lo sucedido su esposa la dejó, su familia le dio la espalda y no tiene permitido ver a sus hijos. "Desearía tener una cuadrícula que mostrara quién no me habla porque no pueden [legalmente]", dijo Finch. "Quiénes no me hablan porque no saben qué decir. Quiénes no me hablan porque están enojados".

"Ha sido un momento muy tranquilo, muy triste", agregó. Cuando las denuncias salieron a la luz entre marzo y mayo de este año, hubo personas que "inmediatamente fueron muy, muy desagradables con el texto", dijo. "Familia y amigos que me llamaron monstruo y fraude y dijeron que eso es todo por lo que seré conocido y que pronto saldría a la luz más verdad".