Claudio Bravo continúa con su nueva vida en Sevilla tras convertirse en el flamante arquero del Real Betis de Manuel Pellegrini, en su regreso a La Liga de España. En conversación con TNT Sports el golero de la selección chilena recordó su esfuerzo para llegar arriba y la vez que casi lo echan de Colo Colo.

“Me tocó viajar mucho, muchos kilómetros. Muchas horas de recorrido para cumplir un sueño que era ser alguien en la vida, no sólo pensar en ser un futbolista profesional. El mayor recuerdo fue el esfuerzo. Fui un niño muy feliz a nivel de familia, amistades y donde me tocó crecer, en un ambiente de campo muy sano”, dijo Bravo.

Agregó que “también tuve momentos dolorosos, de tristeza y pena. Fueron varios. Veía que ese sueño se podía esfumar porque las posibilidades se veían lejanas. Mi estructura física no daba en ese momento y escuchaba comentarios que con esa estatura era imposible llegar a cumplir el sueño. ¿Dónde me lo dijeron? En Colo Colo, en el colegio, familiares. Yo decía quiero aspirar a este tipo de cosas y te respondían que pesabas 50 kilos y medía 1,10, que era imposible”.

“Con 14 años me tocó perder una final con Colo Colo por mi culpa, en un torneo que si ganábamos nos llevaba de viaje a Europa con todo el grupo. Y el que se equivoca en la jugada fui yo, todos los dardos eran para el arquero. Muchos dirigentes me querían sacar porque decían que no daba la talla, que no estaba capacitado y los había dejado sin el viaje de Europa”, siguió complementando.

Por esta razón casi a modo de ejemplo, Claudio Bravo deja como lección nunca rendirse y seguir trabajando con la misma dedicación parezca estar todo en contra: “si hubiese tirado la toalla no estaría acá. Nunca me quedé con la palmadita en el hombro, me quedé más con lo negativo, me ayudó a crecer”, sostuvo.

Sentenció que “me hablas de Colo Colo y lo que se me viene a la cabeza es grandeza, perseverancia. Mi recuerdo es entrenar una cancha de maicillo, todavía tengo cicatrices en la cadera por los porrazos. Mi recuerdo de Colo Colo es lo que me costó, los años que peleé y me sacrifiqué. Entrenábamos subiendo las escaleras del Monumental y de eso me acuerdo cuando estoy acá en un gran estadio de Europa”.