El jugador chileno Juan Pablo Abarzúa, quien militó en clubes como Deportes Rengo, Universidad de Concepción, Deportes Puerto Montt y Cobreloa, dio un gran salto en su carrera y se emigró a la Primera División de Nicaragua en donde se sumó a Rancho Santana.
El jugador de 33 años conversó con AS y entregó detalles de los motivos del cambio. “Acepté la oferta sin dudas. A mi familia, en específico a mi mamá, le costó la decisión”.
“Decirle que me iba a otro país, donde era imposible que me visite, fue fuerte. Me vine solo, a ciegas, no tenía idea de nada. Dejar a mis hijos fue difícil, pero lo hice porque soy el principal sustento de la casa, ellos no pueden dejar de comer, de tener su educación. Tuve que hacerlo”.
Su llegada a la primera división de Nicaragua
El jugador señaló que su llegada al país era un cambio necesario. “Dejé Chile y me vine solo a jugar a Nicaragua… Mi mamá sufrió, pero mis hijos tienen que comer”.
“Me encantaría traer a mis hijos y que puedan disfrutar esta experiencia. Si me preguntas ahora, no me gustaría volver a Chile”, agregó.
Asimismo, sobre su llegada a Rancho Santana, en donde lleva 5 meses, comentó que llegó a un equipo que juega por primera vez la máxima categoría. “Es un equipo nuevo que se fundó en 2015. Tiene un proyecto interesante, con recursos para hacerlo. Dentro de la liga, me ha ido bastante bien, he jugado casi todos los partidos. He ido de menos a más, acostumbrándome al cambio del fútbol chileno al nicaragüense”.
Revelando que entre las diferencias que más nota entre la liga nacional y la nicaragüense es el físico. “En Nicaragua son más fuertes, pero menos tácticos. Es un poco más desordenado, aunque es bueno. Igual es vistoso, a veces tiene sus defectos como en las canchas, pero en el club que estoy tenemos todas las comodidades”.
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“Quieren dejar al club en Primera y al próximo torneo pelear con los más grandes de acá, que son casi siempre los mismos”.
