Fernando Zampedri, goleador histórico de Universidad Católica, es la gran novedad en la nómina de marzo de la Selección Chilena.
A sus 37 años, el Toro llegó a la Roja después de un largo camino, donde las oportunidades no siempre fueron fáciles de encontrar.
Desde su humilde origen en Argentina hasta ser el máximo goleador de la UC, Zampedri recorrió un duro camino para llegar a ser parte de la selección nacional.
Un sueño difícil de alcanzar para Zampedri
Zampedri nació en Chajarí, un pequeño pueblo de Argentina. Desde niño, su sueño era claro: ser futbolista. Pero el camino no fue fácil. A pesar de tener el talento, las oportunidades no le llegaron rápido.
Después de probar suerte en clubes como Newell’s y Venecia, Zampedri tuvo que regresar a su pueblo natal, donde se dio cuenta de lo difícil que sería concretar su sueño.
Fue recién a los 21 años, cuando firmó su primer contrato profesional en Atlético Rafaela, que empezó a ver la luz al final del túnel. Tras años de esfuerzo en equipos de ascenso, donde marcó goles y demostró su potencial, dio el salto a Primera División.
A los 28 años, Zampedri fue fichado por Atlético Tucumán y, con el tiempo, se ganó un lugar en Rosario Central, donde se destacó, pero una lesión en 2019 frenó su ascenso.
De la frustración a la gloria en Chile
En 2020, el goleador encontró su lugar en Universidad Católica, donde se consagró como máximo anotador histórico. Fue su segundo aire. Su llegada a la UC, con su gol de chilena en la Libertadores, y su constancia lo consolidaron como un ícono en el club.
A mediados de 2022, Zampedri se propuso un nuevo reto: ser el máximo goleador de la historia de la UC, y lo logró.
Hoy, con la nacionalización chilena en mano, Zampedri está listo para vestirse de rojo. Su llamado a la Roja, después de un sacrificio de años, es el reconocimiento a su perseverancia.
“Siempre quise ser futbolista. Por una u otra cosa, me costó demasiado. Después, un poco más de grande, se dio. Así que lo disfruté y lo disfruto mucho”, dijo a El Deportivo.