Adolfo Ovalle estuvo cerca de convertirse en ídolo eterno de Universidad Católica, el club que lo formó y del que es hincha. No por sus actuaciones espectaculares en su defensa, sino por un gol que le anotó a la U. de Chile en 1994.

Jugando por Cobresal, abrió la cuenta en el mítico encuentro en el que los azules se coronaron campeones después de 25 años. Un polémico penal a Marcelo Salas, que convirtió Pato Mardones, echó por la borda el tanto del Fito Ovalle.

“Lo mejor que hice en Chile fue ser parte de Católica, como jugador joven. Lo llevo en mi corazón para siempre, pues tuve buenos entrenadores como Fernando Carvallo, lo quiero mucho. No me olvido de ese período de desarrollo”, señala en diálogo con Redgol desde Utah, EE.UU., donde está radicado hace un cuarto de siglo.

“Luego fui a Wanderers y después a Cobresal. Me mandé un partido lindo contra la U. de Chile”, señala por el gol de cabeza que dejó con los nervios de punta a los azules aquella tarde.

Fito Ovalle con uno de sus hijos mayores

-Ese gol lo hizo famoso en la Católica.

Me gusta que me recuerden el gol a la “U” porque yo fui un jugador común y corriente, hay tantos jugadores buenos y tuve la suerte de jugar 15 años sin parar en mi carrera. Y significaba mucho ese gol que le hice a la “U”, me gusta.

La vida del Fito Ovalle en Estados Unidos

-¿Actualmente en qué está el Fito Ovalle?

Este es un estado pequeño, a diferencia de California o New York. Acá hay una tranquilidad tremenda, que la establece la iglesia mormona. En Utah la mayoría son mormones y es una vida familiar, todo tranquilo, se vive bien. Hay poca violencia. Lo aprendí a querer mucho, llegué acá en abril del 2000. En Chile viví 29 años y llevo 25 acá. Es increíble, me encanta la cultura, tengo todo acá.

¿Tiene hijos chilenos o “gringos”?

Tengo dos hijos que nacieron en Chile, uno jugó en Rangers. El otro, Nicolás, se vino a los 12 días de nacido a EE.UU. Los dos son asistentes del Real Salt Like de la MLS, trabajan con la academia en las divisiones menores. Y en el 2015 me casé de nuevo con mi esposa Britney, que es americana, y tenemos a Lukas de 3 años y medio. La idea es que tenga la doble nacionalidad, que sea chileno también.

Fito Ovalle junt al pequeño Lukas, de 3 años

-Le toca criar de nuevo a sus 55 años y con otro idioma

En mi casa se habla inglés, pero a mi hijo le hablo español. Entiende el idioma, pero responde en inglés, eso es difícil. Pero no aflojaré y seguiré con el español.

-¿Cómo es un día suyo en Utah?

Para mí el día comienza temprano por el niño, que a las 7.30 está arriba, así son. Hay que darle la leche y esas cosas. Después atiendo mi trabajo, soy el director técnico de un club grande de niños y niñas, por lo que debo responder mails y lo que dice la gente. A las 11 me escapo una hora al gimnasio con mi esposa y en la tarde me voy a la cancha. Me dedico a entrenar y supervisar a otros técnicos, vuelvo a las 20 horas para comer con mi hijo y luego a dormir. Se pasa bien.

-Me imagino que debe ser ordenado con su dinero

Mi gran ahorro fue comprarme mi departamento en La Reina, en Chile. Eso me ayudó porque sin deudas me vine a EEUU. Fui ordenado, siempre lo tendré ese departamento y no tuve vicios que me hayan puesto incómodo.

-¿Le costó cambiar de país?

No es fácil empezar de cero en Estados Unidos. Pero estuve en un buen ambiente de inmediato, además me preparé bien porque estuve dos años en la universidad en Chile, en la Usach y Las Américas. Ahí me encontré con Juan Carlos González y Manuel Suárez, buena experiencia.

-¿Ve fútbol chileno o Hhbla con los amigos del fútbol?

No veo constantemente el fútbol chileno, sólo el compacto de los goles. A amigos como Dante Poli, el Bototo Illesca o Polaco Goldberg no los veo mucho, pero los recuerdo. Y le mando un saludo a la gente de Católica, los cruzados de corazón.