El fuego por la partida de Joaquín Larrivey de Universidad de Chile sigue encendido. No más basta revisar las redes sociales para dar cuenta del descontento de los hinchas azules, al confirmarse el adiós del goleador universitario en las últimas dos temporadas.

Y aunque los dardos apuntan a Azul Azul y la dirigencia que encabezan Luis Roggiero y Michael Clark, lo cierto es que desde la concesionaria indican otro responsable: nada menos que el representante del jugador, Sergio Irigoitía.

"Es cosa de ver que el mismo representante dijo que Larrivey tenía ofertas de la MLS, Brasil y Argentina, pero ahora dice que se va a quedar en Chile", advierte uno de los que entran sin golpear a las oficinas del CDA.

La estrategia apuntaba a conseguir mayores bonificaciones en el nuevo contrato del Bati, que rechazó los dos primeros ofrecimientos: vínculo por un año con el mismo sueldo de 2021, y luego el incremento de un 15 por ciento en esa remuneración.

Siempre con información de ligados a Azul Azul, reconocen desde la U que la petición final de Irigoitía fue de 750 mil dólares por la temporada 2022 de Larrivey. Es decir, casi 650 millones de pesos chilenos, unos 55 millones mensuales.

No se trata de una cifra menor. De hecho, es el valor que tiene para Colo Colo la cláusula de compra del 50 por ciento del pase de Pablo Solari a Talleres de Córdoba. O lo que pide Gustavo Quinteros por temporada al Cacique.

Un tema complejo en época de vacas flacas al interior de la concesionaria, con la obligación de sumar varios nombres nuevos para potenciar la apuesta del flamante entrenador azul, Santiago Escobar.

Joaquín Larrivey registró 43 goles en 74 presentaciones oficiales con Universidad de Chile, que fueron claves para blindar al cuadro azul del descenso en las últimas dos temporadas. Pero goles que, para la billetera azul, todavía son muy costosos.