Una serie de incidentes y desórdenes dentro y fuera del Estadio Nacional marcaron el desenlace del encuentro en el que Universidad de Chile debutó en la Copa Libertadores, con un empate sin goles ante Internacional de Porto Alegre.

Las primeras escaramuzas se produjeron en el entretiempo, cuando hubo un enfrentamiento de un grupo de hinchas contra Carabineros fuera del recinto principal del estadio.

Los problemas volvieron en los últimos minutos, cuando una serie de violentos encendió una fogata en el sector de Galería Sur y obligó al ingreso de Fuerzas Especiales mientras el partido aún se estaba disputando.

El final del cotejo desató la reacción de Carabineros, que llevaron detenidos a los antisociales mientras recibían la desaprobación del público presente en Ñuñoa, que alcanzó los 20 mil espectadores.