¿Cómo murió Griselda Blanco? Así fue el trágico final de la narcotraficante colombiana

Griselda Blanco fue una de las criminales y narcotraficantes más famosas y peligrosas que ha habido Latinoamérica. Su historia, con un trágico final, cuenta con diversos documentales, películas e, incluso, una nueva serie en Netflix.

¿Cómo murió Griselda Blanco?

La muerte de Griselda Blanco ocurrió el 3 de septiembre de 2012, a los 69 años. Existen diversas versiones del suceso, algunas fuentes dicen que murió al salir de la carnicería Cardiso en la esquina de la calle 30 y otros que fue al dirigirse al local junto a su nuera. Lo que sí se sabe bien es que falleció de dos disparos en la cabeza por un arma de fuego.

Los disparos fueron ocasionados por un hombre de 25 años que se bajó de una moto fuera de la carnicería, sacó una pistola y disparó, para luego salir caminando tranquilamente de regreso a su moto y escapar de la ciudad. Griselda fue llevada a la Unidad Intermedia de Belén, donde falleció.

“Nos sorprende a todos que no la hubieran matado antes porque se hizo de muchos enemigos”, declaró en 2012 el exdetective de homicidios de Miami Nelson Andreu, quien participó en las investigaciones de sus actividades delictivas.

¿Quién fue Griselda?

Ana Griselda Blanco Restrepo, nació el 15 de febrero de 1943 en Cartagena de Indias, Colombia. Es conocida por los sobrenombres, la reina de la coca, la viuda negra, la madrina, la patrona y la gran señora.

Según su expediente delictivo, Griselda se involucró en actividades criminales a la temprana edad de 12 años, participando en el secuestro de un niño que, trágicamente, resultó en su muerte cuando la acomodada familia se negó a pagar el rescate.

Su vida como delincuente continuó con la prostitución y pequeños hurtos, hasta que conoció a Carlos Trujillo, un hombre aficionado a la falsificación de documentos.

Griselda se casó con Trujillo y tuvo hijos con él, pero el hombre tuvo que escapar, ya que amenazó con matarlo tras el divorcio. Más tarde murió, y se sospecha que ella estuvo detrás de su muerte.

En la década de los 70, Griselda conoció a Antonio Bravo, su segundo marido, quien la introdujo al mundo del narcotráfico. La pareja creó un intrincado sistema donde la cocaína viajaba desde Colombia hasta Estados Unidos a través de compartimentos secretos en la ropa interior de jóvenes mujeres.

La suerte de Alberto Bravo terminó rápidamente, ya que fue asesinado a tiros por Griselda, quien lo encontró siéndole infiel en un bar.

Su tercer marido fue Darío Sepúlveda, con quien tuvo un hijo. El hombre, luego de una serie de conflictos de pareja, decidió irse de la casa llevándose a su hijo, tras lo cual Griselda lo buscó y asesinó.

Actividad delictiva

Griselda Blanco creó su propio imperio de la droga, y se estima que sus ingresos mensuales eran de hasta 80 millones de dólares. Durante sus años dorados a principios de los 70, la mujer estuvo rodeada de lujos, consolidándose como la Reina de la cocaína y la persona más temida en el mundo del narcotráfico.

En 1975, Griselda fue acusada de cargos federales por conspiración de drogas, junto con 30 de sus subordinados, en lo que en ese momento fue el caso más grande sobre tráfico de cocaína en la historia. Antes de poder ser detenida, logró huir a Colombia.

La tensión con sus enemigos y la creciente vigilancia de la Administración de Control de Drogas (DEA) obligaron a Griselda a trasladarse a California en 1984. Un año después fue arrestada y llevada a Nueva York para enfrentar los cargos de narcotráfico.

En 1985 la delincuente fue declarada culpable y condenada a 15 años de prisión, aunque su imperio de la droga continuó operando tras las rejas. En 1998, Griselda se declaró culpable a cambio de una sentencia reducida.

Por razones de salud, la mujer fue liberada en 2004 y deportada a Colombia, donde se estableció en la ciudad de Medellín. Ocho años después de volver a su país, fue asesinada.