Una ola de reacciones ha provocado la cantante Mon Laferte tras confesar detalles de su vida pasada, llegando incluso a contar que en algún momento llegó a vender drogas en el colegio, cuando se caracterizaba por su rebeldía: “Era un desastre la verdad”, comentó.

La conversación con Yordi Rosado en su canal de YouTube estuvo llena de confesiones, al hacer un extenso repaso por su vida y carrera, relatando los duros momentos en que simplemente ha tenido que sobrevivir para salir adelante y convertirse en la exitosa cantante que los fans conocen hoy en día.

Uno de los relato giró en torno a su figura paterna. Mon explicó que “mi papá tomó otro rumbo. Sí fue un cambio, tenía 7 años pero recuerdo perfectamente que así fue… Mis papás muy jóvenes no supieron cómo hacerlo… Estaba muy enojada con los dos, pero ahora que soy más adulta me pongo en su lugar”.

La situación se resolvió cuando la intérprete llegó a los 17 años y vio que, convertido en pintor, una de sus exposiciones era promovida en televisión. Laferte llamó al canal para pedir el teléfono del hombre y así contactarlo: “Fue como conocernos de nuevo… Era un nuevo papá, era otro hombre, y yo era otra hija”.

Otro momento de dificultad fueron los tiempos en que su madre salía con un panadero, y el acceso a alimentos en su familia era muy restringido: arroz con huevo, salchichas y pan viejo remojado.

“Él iba a la panadería cuando no tenía chamba y le regalaban el pan viejo, entonces comíamos pan todo el tiempo. Guardábamos el más blandito para que durara más días”, explicó.

¿Mon Laferte vendía drogas en el colegio?

“Entré a primero (medio), y era un desastre la verdad. Súper desordenada, no quería estudiar, no iba a clases, vendía marihuana en la escuela”, relató Mon Laferte de su época de mayor desobediencia.

Y complementó la experiencia explicando que comentó a vender drogas, después de que una compañera mayor oficiara como guía: “No me cacharon por suerte. Ese año fue horrible, entré a una escuela de mujeres, aceptaban a las chicas que no entraban a ninguna parte, casos perdidos”.

“Ella me dijo, ‘tú lo que tienes que hacer es repartir la mota entre las compañeras y yo te voy a dar un porcentaje’, yo guardaba los cigarros en mis calcetines. Guardaba los churros en los calcetines y andaba con un candado amarrado a la bota por si me hacían algo para defenderme, dar patadas. Era horrible, era una chamaca rebelde”, reveló.

Pero en la nota positiva, Mon Laferte recalcó que “la música siempre me ha salvado de todo, cuando era chica me salvó de volverme una traficante drogadicta, la música me dio un rumbo”.