Universidad de Chile recibe a Coquimbo Unido este domingo, por la octava fecha del Campeonato Nacional, con la misión de mantener la ventaja o mejor aún, escaparse como puntero absoluto en la tabla. Y después de mucho tiempo, los azules tendrán aforo completo, con entradas agotadas, en el Estadio Nacional.
El rival no será fácil. El Pirata marcha sexto en la tabla con 11 puntos y quiere acercarse a los azules (19). Pero la U tendrá además de la motivación habitual otro motivo adicional para buscar la victoria.
La U prepara una entrada distinta, como actividad en el marco de abril, el mes de la concientización sobre el autismo. El Chuncho saldrá a la cancha acompañado por niñas y niños que luchan contra esta condición.
“Mi amada hinchada azul, les quiero contar algo: el fin de semana pasado contra Unión Española utilicé esta jineta, ya que estamos en abril, el mes de la concientización del autismo. Y este domingo la volverá a ocupar, pero junto a mis compañeros haremos algo diferente y especial”, explicó el capitán de la U, Marcelo Díaz.
Salida distinta de la U y un compromiso para los hinchas
Agregó que “cada uno de nosotros entrará a la cancha con un niño o niña autista, hinchas de la U, que sueñan con apoyarnos cada fin de semana en el estadio, pero que muchas veces no pueden hacerlo…”.
“Por eso, a ti que estarás el domingo en el estadio, te invito a recibirlos de una forma diferente: con la misma pasión, pero con un sonido distinto. Ellos y nosotros portaremos audífonos con cancelación de ruido y nos gustaría que el recibimiento sea sólo con aplausos, para que ellos entiendan y entiendan de verdad, que son parte de nuestra hermosa fiesta. La U somos todos”, sentenció Carepato.
Cabe recordar que las personas con autismo se ven afectadas por la hipersensibilidad auditiva, entre otras diferencias sensoriales con el entorno. Es decir, sufren de forma considerable y se ven afectadas exponencialmente por ruidos y sonidos fuertes.
Es por esto que la U, en voz de su capitán, pide a los hinchas azules recibir al equipo sólo con aplausos, dejando de lado, por una vez y por al menos un momento, los cánticos a todo pulmón que alcanzan altos decibeles. Y todavía mucho más importante: no lanzar fuegos artificiales, que igualmente se detonan pese a estar prohibidos. Los niños y niñas de Universidad de Chile con autismo se lo agradecen desde ya y nunca lo olvidarán.
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