Universidad de Chile y Universidad Católica se enfrentarán este miércoles 28 en la parte dos del Clásico Universitario. El partido, suspendido el pasado 30 de abril por los incidentes en el Ester Roa Rebolledo, pasará a disputarse en un Santa Laura vacío, finalizando, por fin, la primera rueda del torneo para ambos.

Azules y cruzados se verán las caras en los minutos restantes a lo que se alcanzó a jugar en Concepción, en un duelo donde los de la UC no podrán contar con Fernando Zampedri, su gran carta goleadora. En su reemplazo irá un cuestionado Franco Di Santo, quien no ha logrado destacar en esta temporada.

Es por eso que dos históricos de la UC, como René Valenzuela y Jorge Aravena, en conversación con Paulo Flores en RedGol, le pusieron presión al delantero argentino de cara al trascendental duelo ante la U, donde los cruzados pueden acercarse a la cima del torneo.

Siempre el jugador está a la espera de su momento para así poder demostrar sus cualidades. Es el momento de que Di Santo pueda despertar y pueda demostrar lo que es, ya que Zampedri está afuera por un tiempo larguito”, reflexionó Valenzuela, campeón de tres títulos con la UC.

Por su parte, Aravena fue aún más duro y mostró su pesimismo en torno a la ausencia de Zampedri y la titularidad de Di Santo. “Creo que la ausencia de Zampedri nos afecta enormemente. Ha sido el estandarte en ofensiva y siendo goleador. Di Santo desde que llegó no ha tenido un partido que uno diga “ahora arrancó”.

“Es importante jugar bien al fútbol y ganar sólidamente. No ganar porque el rival jugó muy mal o se equivocó. Para que ellos jueguen mal, nosotros debemos jugar muy bien”, agregó Aravena.

Desde su llegada a Católica, el delantero que supo darse a conocer en Audax Italiano, lleva 14 partidos jugados, 12 de ellos como titular. En ese tiempo solo ha logrado anotar dos goles, el último anotado fue ante Cobresal, en febrero pasado, en el empte 3-3 ante los mineros.

Es importante jugar bien al fútbol y ganar sólidamente. No ganar porque el rival jugó muy mal o se equivocó. Para que ellos jueguen mal, nosotros debemos jugar muy bien.