El historial de Neil Young en contra de la industria musical es largo. Diversos han sido los episodios donde el cantante se enfrentó a la gigante MTV, al CD, a la música digital y a los comerciales. Incluso creó su propio servicio de música en línea debido a que no le gustaba el sonido de la música digital, página que hoy ya está descontinuada.
Esta vez, el canadiense protestó contra la plataforma de música en línea más usada en el mundo debido a su contrato de exclusividad y de casi 100 millones de dólares con el podcast más escuchado del mundo durante el 2021, donde se han hecho declaraciones antivacunas y de desinformación sobre la Covid-19 del presentador y comediante Joe Rogan y de sus invitados.
Esta unión de Spotify con la grabación no le gustó al cantante, quien declaró no querer compartir espacio con este tipo de podcasts.
Young les dio un ultimátum: o se va él o yo. Spotify puesto en jaque, optaron por retirar su catálogo musical de su plataforma, donde solo quedan algunas canciones sueltas y pocas presentaciones en vivo.
Este apoyo hacia Rogan no les ha salido como esperaban. A menos de una semana de haber realizado esta acción, las acciones de Spotify han bajado un 12% y han tenido pérdidas por más de 2 mil millones de dólares, además de tener una campaña en redes sociales en su contra llamando a boicotear la plataforma.
¿Y Joni Mitchell?
La cantante, compatriota y amiga de Young declaró en su página web oficial que se uniría a la protesta de Neil. Le entregó todo su apoyo e informó que también sacaría sus canciones y álbumes de la plataforma.
“He decidido sacar toda mi música de Spotify. Gente irresponsable está esparciendo mentiras que están costando la vida de personas. Solidarizo con Neil Young y las comunidades globales médicas y científicas que están en este tema” comunicó Joni Mitchell.
Aún no se ha detallado ni cumplido lo dicho por la artista, ya que sus representantes deben ver los detalles de los contratos con la plataforma, pero se espera que suceda pronto.
Este asunto entre los dos cantantes, el podcast más escuchado durante el año pasado y la plataforma de música en streaming más grande del planeta trae a la mesa el debate eterno del concepto de los límites de la libertad de expresión.