Pese a que estaba suspendido por su expulsión en Santiago en el partido de ida contra Internacional de Porto Alegre, Walter Montillo igualmente viajó junto a sus compañeros de equipo, los que en la interna valoraron su presencia y es un hecho que la Ardilla es mucho más que un jugador importante, es un verdadero líder y sus arengas en el camarín son muy bien recibidas.

El 10 azul atiende a Redgol en el Hotel Deville de Porto Alegre donde hace un breve repaso de su llegada al cuadro universitario.

Se ha hecho viral la imagen de tu hijo Santino saltando y cantando como un hincha más ¿Qué te genera?

Me pone muy contento, ojalá que en algún momento la ANFP.. no entiendo por qué no podemos entrar a la cancha con los niños, ojalá en algún momento lo pueda hacer para que él lo pueda vivir adentro. El verlo me pone muy contento de verlo en la cancha, pero para mi es cotidiano de verlo así todos los días, es cotidiano de verlo en todas las canchas donde estoy y alentar siempre. Obviamente con la U es diferente porque mis hijos se sienten hinchas de la U, son los dos chilenos y siempre siguieron desde que nos fuimos, no es que miráramos todos los partidos, pero siempre pendientes.

¿Te sorprendió la locura que se generó con tu llegada?

Obviamente me sorprende porque si bien es cierto uno hizo las cosas bien cuando estuvimos acá, y no sólo yo, teníamos un gran equipo, un equipo humilde donde todos se tiraban de cabeza por el otro, no era sólo yo que jugaba. Habían pasado 10 años y obviamente me sorprende que el cariño siga intacto.

¿Qué te animó a volver?

La gente de la U sabe que yo tengo un cariño especial por este club, no solo porque uno cuando viene a jugar acá se enamora de la gente, y no es por vender humo ni nada por el estilo, somos muchos jugadores los que  que pensamos así, pero en mi vida ha pasado algo muy especial cuando estuve acá y es la llegada de mi hijo y todo lo que sie vivió acá, y no sólo fue la gente de la U, también la gente chilena que nos ha ayudado mucho en todo el proceso en un momento muy delicado en mi vida y creo que eso lo pongo en la balanza. Si bien en todos los lados en que estuve me han tratado muy bien y han acogido muy bien a mis hijos principalmente a Santino, creo que acá comenzó todo y quería retribuirle un poco de ese cariño que me han dado adentro de la cancha.

 

En el interior del camarín se dice que eres el corazón de la U...

Me pone muy contento que hablen así de mi. Yo siempre que he ganado cosas han sido dentro de las cancha, no saliendo hablar de que soy hincha de uno u de otro, matando al rival para ganarme a la gente. Yo soy una persona a la que le gusta respetar al equipo rival y en el que estoy trabajando. Todo me lo he ganado en la cancha y siendo buen compañero adentro del vestuario y eso me pone contento, detrás del jugador hay una persona y cuando el fútbol se nos va, lo que queda es la persona.

 

 

Tus arengas dentro del camarín ya son toda una leyenda

Cada arenga es diferente. Yo sigo pensando que tenemos armas, tenemos equipo y tenemos la humilidad para poder pelear un campeonato, obviamente  esto recién comienza, pero creo que haber ganado dos de tres deposita una confianza en el equipo que por ahí el año pasado la había perdido.

 

¿Alguna similitud con el equipo 2009-2010?

 

Hay muchas cosas de este equipo que me recuerdan la Univesidad de Chile del 2009 cuando fuimos campeón, la humildad del grupo, que todos tiraban para el mismo lado, la risa en el vestuario, el dolor de la derrota. Creo que hay cosas que se asimilan y ojalá que lo podamos mantener en el tiempo, yo sé que esto recién empieza pero estoy muy confiado de que podamos hacer un gran torneo y pelearlo hasta el final.

¿Te sientes feliz?

 

Siempre me siento feliz, de poder levantarme y hacer lo que me gusta, de poder disfrutarlo. En Tigre estaba feliz también, pero llegar acá tiene un plus donde tanto yo como mi familia lo disfrutamos de otra manera.

 

 

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