Universidad de Chile celebra este martes 14 de diciembre diez años desde que se instaló en la cima del fútbol sudamericano al consagrarse campeones de la Copa Sudamericana 2011. Y es que con un plantel lleno de figuras los azules hicieron historia y vencieron 3-0 a Liga de Quito en el estadio Nacional, alzando su primer título internacional.

Y uno de los gestores de esa exitosa campaña fue el entonces presidente del club Federico Valdés, quien dialogó con La Tercera para hablar sobre esa increíble noche y aprovechó para recalcar que ese equipo no solo era el mejor del país, sino que tampoco tenía competencia en el continente.

Por eso, al ser consultado por si ese plantel era imbatible fue claro: "No existen los equipos invencibles. Era el mejor equipo del continente y por consiguiente de Chile, de eso no quedan dudas", comenzó señalando el entonces timonel azul que actualmente está alejado del fútbol hace ya varios años.

Con respecto a las tremendas condiciones de los jugadores que conformaron ese equipo, destacó que esa U "tenía recursos extraordinarios, tenía jugadores que fueron la base de Chile que ganó la Copa América, que fueron al Mundial. Tenía una dirección técnica extraordinaria. Era un equipo de ensueño”.

El ex timonel azul de 62 años también tuvo tiempo para recordar emocionado los festejos azules, apuntando que no sale de su memoria "la celebración en el bus por las calles de Santiago. Al estadio pudieron asistir como 47 mil personas y mucha gente tiene que haber quedado frustrada por no ver el partido más importante en la historia de la U".

"Ver tanta gente en las calles es algo difícil de describir. Es difícil entenderlo sin haberlo visto, porque eran miles y miles de personas. Salieron a aplaudir a sus ídolos, a celebrar el orgullo de ser hincha de la U. Esa noche se celebró que la U era el mejor equipo de América", complementó.

Igualmente dedicó palabras a la importancia del título, sobre el cual confesó que "costó años tomarle el peso. Nosotros sabíamos que habíamos hecho algo extraordinario, pero efectivamente era como una vorágine. Habíamos ganado el torneo de apertura, ganado la Sudamericana, después ganamos el clausura. No paraba nunca esto".

"Además, cada torneo fue con épica. La final de junio de 2011 frente a la Católica fue una cosa extraordinaria, la Sudamericana tiene varios partidos que son para emocionarse. Por su puesto está el triunfo en Río de Janeiro (victoria frente a Flamengo) o contra Vasco da Gama, que fue el rival más difícil que tuvimos", complementó.

"El haber ganado en Buenos Aires, en Montevideo, en Quito. Y el partido final que fue anticipado durante varios días. Nadie quería decirlo, porque era medio mufa, pero todos sabíamos que íbamos a ganar. Habíamos ganado de visita, jugando muy bien. Fue precioso", concluyó.