Raúl Ruidíaz tuvo un breve paso por Universidad de Chile en el primer semestre de 2012 proveniente de Universitario de Deportes y partió a mitad de año al Coritiba de Brasil.

En solo seis meses, el peruano nunca fue santo de la devoción de Jorge Sampaoli y se fue cuando parecía que encontraría su mejor fútbol. Sin embargo, marcó varios goles y se ganó el cariño de la hinchada.

En conversación con la prensa de club laico, Ruidíaz recordó su debut en la U: "Yo había llegado recién y me habían llevado al partido para compartir con el equipo, esa idea tenía. Estábamos 0-0 y en el segundo tiempo Sampaoli me habla para entrar. Ya cuando comienzo a jugar era una locura porque el primer balón que toqué fue gol, entonces la confianza que tenía era increíble".

Sobre sus mejores momentos en el Chuncho, el peruano señaló que "yo recuerdo todo lo que viví en Chile. Esa vez fuimos a penales y yo justo antes había metido el penal de Copa Libertadores, entonces el arquero se había quedado parado. No era mi opción picarla, quería asegurar y lo pude anotar. Ya cuando campeonamos fue una locura. Todo lo que me tocó vivir en mi primer año de haber salido al extranjero, ni te imaginas la alegría y el orgullo que sentí".

Sin duda, su momento más emblemático de su paso por la U fue el penal ante Libertad de Paraguay en los cuartos de final de la Copa Libertadores 2012: "Yo antes de patear un penal siempre me preparo. Si yo dudo, en la mayoría de las veces termino fallando. Lo he comprobado. Yo me había preparado para picarla en mi siguiente penal. Nadie me sacaba eso de la cabeza. Yo estaba mentalizado en picarla y fui con toda la confianza".

"Para mí no es soberbio picar un penal. Uno practica y debe reflejarlo en el partido, si uno se siente seguro se debe hacer. Fue así, chocó en el palo y entró bastante. No me asusté la verdad ni tampoco pensé que iba a fallar. Salió bien y ayudé para poder pasar a la siguiente fase", añadió.

Finalmente, el peruano hizo un resumen de su etapa en la U: "Fue muy bueno, me marcó mucho en mi carrera y en todo lo que he logrado. Siempre estaré agradecido a la U por abrirme las puertas y ser mi primer equipo en el extranjero. Me dio mucha experiencia de saber qué es jugar afuera y conocer otro fútbol".

"Me hubiese gustado regalarle más alegrías y goles pero cada vez que entraba al campo y entrenaba lo hacía al máximo para defender los colores como debe ser. A pesar del poco tiempo, siempre los llevaré en el corazón", cerró.