Con apenas 22 años, Pablo Aránguiz sigue siendo una de las grandes promesas del fútbol chileno. De hecho jugó en el último torneo Esperanzas de Toulón, donde fue titular ante Portugal y Japón, ingresando en el complemento del juego ante Inglaterra.

Debutó en 2015 en Unión Española y luego de la confianza que le entregó el técnico Martín Palermo en 2017, realizó una gran campaña donde destacó como mediapunta, con visión de juego y facilidad para habilitar a los delanteros.

Su buena campaña hizo que el FC Dallas de la MLS comprara su pase en julio de 2018. Justo en ese momento era seguido por Universidad de Chile, la que se quedó con los crespos hechos.

Luego de sus primeros meses en Estados Unidos, la U volvió a la carga en enero de este año, pero el club norteamericano se negó a prestarlo pese a que el jugador tenía intención de retornar a Chile.

Pese a que ha jugado 19 partidos desde que llegó a la liga norteamericana, en el club se convencieron que necesita seguir creciendo y por eso están dispuestos -ahora sí- a prestar al jugador, más aún cuando acaban de cambiar de entrenador.

Ahí aparece otra vez la U, que necesita urgentemente un generador de fútbol, y Pablo Aránguiz encuadra perfecto en el perfil. Ahora dependerá del poder de negociación que tengan en el Centro Deportivo Azul para quedarse con el Principito.