Mauricio Pinilla anotó casi 150 goles en una trayectoria profesional de 18 años a la que puso fin en febrero, cuando anunció su retiro después de su campaña en Coquimbo Unido. Y de ahí hasta la fecha, el ex goleador se ha ido de repaso en repaso.

Es el caso de la entrevista que le concedió el ariete a Cristián Sánchez vía Instagram, donde contesta una pregunta para los fanáticos más conocedores. ¿Cuál ha sido el gol favorito que elige Mauricio Pinilla a lo largo de su extensa carrera?

"El gol al que le tengo más cariño fue el primero que hice de chilena en el fútbol profesional, que fue a Santiago Wanderers en el Estadio Nacional por Universidad de Chile", responde sin titubeos Pinigol en referencia al 1-1 parcial en la goleada 4-1 del 16 de febrero de 2003.

"Fue un centro de Renzo Yáñez y agarré la pelota muy muy  alta. El defensor saltó a cabecear y le pasé con la pierna arriba de la cabeza, le metí el bombazo de abajo", recuerda el mundialista y campeón de América.

"Una de mis fortalezas son esos golpes de chilena en que impacto muy fuerte la pelota, porque no es solamente el gesto técnico si no que impactar bien la pelota, lo que le da fuerza, el remate", explicó el recordado ariete.

A nivel internacional, Pinilla tampoco tiene dudas, y elige como el mejor gol al que anotó por Sporting de Portugal al AZ Alkmaar, nada menos que en la semifinal de la Copa UEFA de 2005, torneo que se convirtió en su gran carta de presentación en Europa.

Así lo recuerda Pinigol. "Un cañonazo desde fuera del área se clavó al primer palo y nos ayudó a avanzar a la final de la Europa League, que en ese tiempo era la Copa UEFA", describe en la conversación con Cristián Sánchez.

Lo malo vino después, porque pese a que la final se jugó en el estadio de Sporting, Pinilla se la perdió por lesión y se impuso el CSKA de Moscú. "Una lástima, con nuestro público, perder una final así", resume el ariete nacional.

"Lamentablemente, el día anterior a la final se hace un entrenamiento con un poco de público y la prensa de todo el mundo. Estábamos haciendo un picadito muy relajado para las fotos y los videos de la prensa y cuando salto a cabecear en una aterrizo en el piso", recuerda.

Las consecuencias fueron graves. "Me reventé el menisco y me perdí la final. Fue muy duro. Imagínate los sueños que tenía ese año, iba a ser titular en la final, podría haberla ganado, pero el fútbol es así", se consuela.