La brillante carrera de Marcelo Salas siempre encuentra nuevas historias que contar. Incluso aquellas que se mantienen en el archivo de lo insólito, como el día en que Boca Juniors desechó su contratación y le permitió terminar firmando en River Plate.

En conversacion con Catenaccio Sport, el Matador reveló paso a paso cómo fue que el cuadro xeneize le bajó el pulgar en 1996, con especial protagonismo de su técnico, Carlos Salvador Bilardo, y una frase para la historia. Este fue su relato:

"Llega mi representante en ese momento y me dice 'Marcelo, hay una opción de Boca Juniors'. Ya venía de dos o tres años en la U, fue a mitad de año el '96 y me quería ir, quería buscar otras opciones, probarme en otro nivel de juego y me quería ir".

"Fuimos (a Argentina), estuve en La Bombonera, estuve reunido con (Pedro) Pompilio en ese momento, que era el vicepresidente del club, estuve a pasos, a una firma en el fondo. Y ahí es donde nace la historia".

"El acuerdo económico no estaba. Yo me reúno y me dicen vamos a préstamo. Yo, con mi representante al lado, digo 'no, yo no vengo a préstamo. O me compran o no. Porque si vengo a préstamo por tres meses y me pasa algo, me vuelvo a Chile y no salgo nunca más'".

"Yo estuve concentrado en el hotel de Boca. Bilardo me dice 'mañana a las 10 entrenamos' y yo le digo que no puedo entrenar, que no he firmado un contrato. 'Si mañana me traen el contrato y me compran, voy a entrenar mañana. Pero si no, no'".

"Ahí está la historia, y creo que es verdad por lo que voy a contar después, que le preguntan a Bilardo 'qué hacemos. Lo compramos o no lo compramos'. Y ahí Bilardo dice no: 'nunca un chileno ha triunfado acá'. Esa es la frase".

"Después de un tiempo me encontré con (Mauricio) Macri (ex presidente de Boca) y me dice, bien en forma argentina: 'Marcelo, has sido el mayor dolor de huevos que he tenido'. Le pregunto por qué: 'Porque no te compramos'".

"Para mí al final fue muy bueno. No me compran, vuelvo a Santiago, jugué esa semana contra Huachipato en el sur, ganamos y el martes llega mi representante y me dice 'Marcelo, te quiere River'. Y yo digo que está claro que si me quiere River me tiene que comprar'"

"Al final me hicieron un favor, porque llegué a River en un momento espectacular, un equipazo. En ese momento Boca era una gran institución, lo que quieras, pero no estaba en un nivel importante, estaba con muchos problemas internos y también de club. Entonces lo mejor que me pasó fue llegar a un buen equipo y una institución bien armada".