Marcelo Díaz escribió en su cuenta de Instagram sus vivencias relativas a la final del Torneo de Apertura 2011 donde Universidad de Chile se impuso 4-1 a Universidad Católica y comenzaron a forjar el año dorado que tuvieron de la mano del entrenador Jorge Sampaoli.

"Uno de los títulos más épicos de nuestra historia", comienza el relato del Carepato.
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"Habíamos perdido 2 a 0 la primera final ��. Y nuestro semestre venía siendo bueno pero con alguna irregularidad lógica porque todavía nos estábamos adaptando a la idea de juego de Sampaoli. La Universidad Católica, en cambio, atravesaba en un gran momento y apuntaba al bicampeonato. El resultado de la ida nos sorprendió y nos dejó sin margen: debíamos ganar por tres goles para conseguir el objetivo", describe.

Marcelo Díaz asume que luego de perder el primer partido (0-2), la cosa era muy cuesta arriba para los azules.

"Al día siguiente de la derrota, nuestra gente dio una muestra de afecto increíble y agotó las localidades para la revancha. Supimos enseguida que no íbamos a estar solos. La historia empezaba a cambiar desde la tribuna", asegura el mediocampista.


Díaz hace hincapié en que la llegada del rival festejando anticipadamente, les dio el último envión anímico para entrar con todo al campo de juego.

 

"Llegó el domingo 12. Ni bien pisamos el estadio, nos enteramos de que ellos habían llegado con cotillón en el autobús como si el fútbol permitiera celebrar por anticipado. Salimos a jugar con el amor propio en la mano. Gustavo Canales nos puso en ventaja rápidamente. El empate fue un balde de agua helada pero no alcanzó para desanimarnos. Hicimos el segundo. Y el tercero. Y el cuarto. Y fuimos campeones", cerró.