Un restaurante en el Cerro San Cristóbal fue testigo de una íntima cena que la actual directiva de la Corporación de Fútbol Profesional de Universidad de Chile le organizó a Johnny Herrera a modo de homenaje, pero con evidentes tintes de despedida a una semana de la noticia de que no seguirá defendiendo el arco de la U.

Cerca de las 21 horas entró al lugar el arquero leyenda de los azules, bajo el aplauso de los presentes y entre los cuales no sólo destacaron los organizadores, también estaban ex compañeros de su serie 1981, técnicos que pasaron por el club y gente del Ballet Azul, como Sergio Navarro.

Herrera se sentó en una mesa junto a canteranos azules de su generación, como Waldo Ponce, John Valladares, Renzo Yáñez, Maravilla Guzmán, Klaus Lund, entre otros. Se le veía contento, relajado, en familia.

Todo mutó cuando comenzaron los discursos. Uno de ellos, el de César Vaccia, el técnico que hizo debutar a Johnny en primera división. Las palabras del ex entrenador azul calaron hondo en el Samurai, fue el primer momento de la noche donde se le vio emocionado, quebrado y donde más de una lágrima cayó. Esto se reforzó cuando un video comenzó a rodar donde aparecieron las proezas del jugador, sus títulos y en especial el primer torneo que ganó en Calama en 2004, cuando con un penal suyo, la U alzó su título número 12.

Cuando le tocó tomar el micrófono, hizo varias pausas, estaba evidentemente afectado, la ola de emociones lo tenían en la lona. Recordó haber recibido videos de niños llorando por su partida del club de toda su vida, en ese momento bajaron los aplausos y el espontáneo: "Johnny querido, Los de Abajo, jamás te olvidarán".

Herrera fiel a su estilo, y aunque estuviera emocionado, igualmente criticó a Azul Azul por su pobre gestión en los últimos años y le pegó un palito a Estadio Seguro, asegurando que es un tremendo fracaso.

Antes de la medianoche, el guardametas se sacó fotos con todos los presentes, recibió regalos, renocimientos y en más de una ocasión aseguró que "más que los títulos, me quedo con el cariño de la gente, eso vale mucho más que cualquier campeonato".

Así fue la mágica noche de Johnny Herrera, el último ídolo azul.