Un mensaje por Twitter enviado la noche del martes por el ex futbolista de Universidad de Chile, Francisco Las Heras, dejó perpleja a la fanaticada de la U, y también a la familia del fútbol.

En efecto, el tuit en cuestión informaba de la muerte de Sergio Navarro, uno de los pilares del Ballet Azul, y también capitán de la Selección Nacional que obtuvo el tercer lugar en el Mundial de 1962.

Pasaron los minutos y las informaciones eran vagas y confusas, hasta que el propio Las Heras pidió las disculpas del caso, y reconoció públicamente el error, porque el jugador fallecido era Sergio Valdés y no Navarro como se había comunicado anteriormente.

"No soy un fantasma, todavía estoy bien, sólo con los achaques normales de la edad", fueron las palabras de Checho Navarro cuando le contestó el teléfono al programa La Magia Azul.

El otrora defensor contó que mucha gente lo llamó para confirmar si había muerto o no, a muchos les contestó el teléfono directamente, debiendo explicar una y otra vez que seguía vivo.

Más allá de la confusión, el ídolo azul -al parecer- está más preocupado de lo que vive actualmente el club de toda su vida, y se atreve a hacer una curiosa petición. "Quiero que venga un tatuador y en esta época de malas, quiero que me tatúe el chuncho en el pecho", le contó al programa partidista que se emite por la Radio Universidad de Chile.

Agregando que "cuando uno ha vivido toda su vida en el club las cosas son así, yo llegué a los 15 años a la U, Campos y Leonel a los 12, y hemos estado juntos toda la vida, por ejemplo el Negro Campos no quiso jugar en otro club y prefirió retirarse".

Sergio Navarro está vivito y coleando, y esperando un tatuador que cumpla su anhelo.